Las 7 condiciones de Invesco para que un país emergente alcance el estatus de desarrollado

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Inky Bob, Flickr, Creative Commons

Con la mayoría de naciones emergentes a punto de terminar su superciclo de crecimiento –siendo China el ejemplo más emblemático-, el responsable de mercados emergentes en el área de renta fija de Invesco, Jack Denio, analiza qué condiciones deben reunir los países en vías de desarrollo para actualizar su estatus de naciones de ingresos medios a ingresos elevados y qué progresos se han realizado en esta dirección. Para comenzar, Denio recuerda que, según la definición del Banco Mundial, los países de ingresos medios reúnen una serie de características diferenciadoras que afectan a su demografía, macroeconomía y distribución de la renta. Actualmente, se pueden contar 108 países de clase media, de los cuales se puede distinguir a su vez entre 54 de ingresos medios tirando a bajos y otros 54 de ingresos medios tirando a altos, en función de las rentas per cápita. En su conjunto, estos 108 países acogen al 71% de la población mundial y producen un tercio del PIB mundial.

¿Qué evidencia histórica hay de países que hayan mejorado su posición en la escala del desarrollo? Denio recurre a un estudio de Agénor con resultados que califica como “frustrantes”: sólo 13 de los 108 países que fueron clasificados como de ingresos medios por el Banco Mundial en 1960 se podían considerar como de ingresos elevados en 2008. Según este mismo estudio, cuando las naciones alcanzan una renta per cápita de 16.700 dólares, la tasa de crecimiento del PIB per cápita cae del 5,6% al 2,1%.

Un 85% de esta desaceleración se atribuye a la reducción del crecimiento de la productividad total de los factores. La conclusión del experto de Invesco es que “los factores que generaron crecimiento por encima de la media en muchos países se han ralentizado durante los últimos años. Si asumimos que esta tendencia continuará, las ganancias generadas por la productividad total de los factores se volverán cada vez más importantes para proseguir en el camino del estatus de clase alta”. En resumen: los emergentes necesitan generar actividades productivas de mayor valor añadido que requieran de personal cada vez más cualificado y tecnologías más sofisticadas para garantizar su billete hacia el desarrollo pleno.

Desde la gestora americana consideran clave para los selectores de acciones y bonos identificar a los países mejor posicionados para mejorar la calidad de sus economías. Para ello, han identificado hasta siete factores que consideran cruciales: infraestructuras adecuadas; derechos sobre la propiedad que estimulen la innovación; regulación del mercado laboral y condiciones que incentiven la contratación y formación de los trabajadores; un buen sistema educativo; estructuras avanzadas de telecomunicaciones; políticas macroeconómicas estables, y mercados domésticos con profundidad.

¿Un futuro cercano?

Los expertos de la gestora consideran muy importante evaluar todos estos factores para determinar si una nación emergente se encuentra en lo que denominan “la trampa de la clase media”. “Es importante empezar con la premisa de que una convergencia económica significativa entre muchos mercados emergentes y desarrollados es altamente improbable en el futuro inmediato, e identificar los países con éxito será importante”, explica Jack Denio. Éste considera que los países con más probabilidades de mejorar la calidad de su crecimiento son aquellos que sean capaces de sortear la trampa de la baja productividad. Asimismo, percibe como clave la correcta comprensión de la trayectoria del desarrollo y socioeconómica de estos países, habida cuenta de que en su conjunto dan techo al 71% de la población mundial y que producen un tercio del PIB global.

“En general, los países emergentes han tomado parte en un incremento de la disponibilidad de wireless, internet y comunicaciones sociales que se está acelerando exageradamente, y lo han facilitado todo para compartir ideas y transferir educación y conocimiento, así como la disponibilidad de la educación. Otro motor importante de la producción será la continuación de la mujer en la fuerza laboral en muchos países”, evalúa el representante de Invesco. Éste destaca asimismo que, “algo que hubiera sido imposible hace tan solo 10 o 20 años”, también está empezando a aparecer en este tipo de países: la disponibilidad de una variedad completa de ingeniería financiera y la posibilidad de proyectos financieros orientados hacia la satisfacción de las considerables necesidades de los mercados emergentes.

El análisis de Invesco también aborda la situación política de estos países: “Vemos una tendencia en muchos países de ingresos medios hacia una mayor democracia, reformas orientadas hacia los mercados y un pluralismo que es positivo. Sin embargo, muchos emergentes todavía tienen fijación con las mismas políticas populistas, protectoras e introspectivas que impiden la inversión extranjera, restringen las reformas laborales y fiscales y que muchas veces enmudecen reformas de bajo potencial sobre el sistema financiero, todas ellas áreas de progreso necesarias para conseguir un estatus de ingresos más altos”.

La conclusión final del análisis es ambivalente. Como explica el responsable de mercados emergentes: “Dudamos que muchos países crucen la barrera del medio al largo plazo, pero nos aventuraríamos a votar por un ‘sí’ cualificado”.