¿Cómo se explica que la renta variable americana haya sido capaz de seguir subiendo pese a la debilidad de los últimos datos conocidos? Para Russ Koesterich, responsable de Estrategias de Inversión para BlackRock y responsable global de Inversiones de iShares, “no resulta sorprendente que, a pesar del buen comportamiento de la renta variable americana, la economía estadounidense siga dando muestras de debilidad y el consumo continúe contrayéndose”. En este sentido, BlackRock mantiene una postura escéptica con respecto a las acciones orientadas al consumidor dado que el consumo en Estados Unidos no dará signos de verdadera recuperación mientras las rentas y los ahorros se mantengan bajos.
Koesterich explica que esta paradoja -los valores de las bolsas se mantienen al alza al tiempo que los datos económicos dan señales de bajo rendimiento- se da principalmente porque operan dos factores. Por un lado, la política monetaria expansiva de la Fed (como el programa de relajación cuantitativa) y, por el otro, el continuado flujo inversor hacia las acciones. “Los tipos de interés se siguen manteniendo muy bajos, lo que empuja a los inversores a tener cada vez menores posiciones en efectivo y apostar por productos de mayor riesgo como las acciones o los bonos de alta rentabilidad”, indica el experto.
Dadas estas circunstancias, el gestor sigue teniendo una opinión favorable sobre la renta variable, aunque en Estados Unidos aboga por invertir en grandes empresas. Esta clase de compañías están registrando un mejor comportamiento que las compañías de pequeña capitalización. En cuanto a la renta fija, Koesterich sostiene que los tipos de interés se mantendrán bajos, y por lo tanto, que la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense seguirá siendo moderada. “Los inversores parecen estar menos preocupados por posibles cambios en la política monetaria a corto plazo”, asegura el responsable de Estrategias de Inversión de BlackRock en su último informe.
