La rebaja de la solvencia en los 30 bancos y cajas de ahorros españoles llevada a cabo por Moody’s tendrá una consecuencia directa en el sector de fondos de inversión: siete de ellos ya no podrán actuar como entidades garantes de nuevos fondos de capital asegurado -productos por los que la industria está apostando por fuerza en los últimos meses para captar capital-, tras perder la calificación exigida por la CNMV. La legislación obliga al garante de un fondo garantizado a tener un rating mínimo de A (en el caso de Fitch), A- (S&P) o A3 (Moody's).
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