Si la actividad corporativa internacional sigue creciendo al mismo ritmo que en los cuatro primeros meses del año, en 2014 veríamos la cifra de operaciones corporativas más alta por valor desde 2007.
Si la actividad corporativa internacional sigue creciendo al mismo ritmo que en los cuatro primeros meses del año, en 2014 veríamos la cifra de operaciones corporativas más alta por valor desde 2007. Este repunte de las fusiones y adquisiciones, que es una de las principales predicciones de la Encuesta a analistas 2014 de Fidelity, se origina en diversos factores y probablemente tenga varias implicaciones para la inversión. Pero… ¿qué está impulsando la actividad corporativa? En la gestora consideran que el repunte de las operaciones se estarían debiendo a varios factores, que en la entidad resumen en cinco puntos clave:
1. Ahora que la economía mundial se está expandiendo, los riesgos están reduciéndose y los beneficios están aumentando, la confianza empresarial ha mejorado considerablemente, como indican un gran número de índices internacionales.
2. Paralelamente, a pesar de que la Fed ya ha comenzado a reducir sus estímulos cuantitativos, el contexto mundial de liquidez sigue siendo favorable gracias a unos tipos de interés bajos y una buena disponibilidad de crédito.
3. En muchos mercados, el sector empresarial también se ha saneado y reforzado considerablemente sus cuentas. En la encuesta a analistas 2014 de Fidelity se indica que los balances se han saneado, aunque siguen ‘sin explotarse al máximo’; sin embargo, esta situación parece estar cambiando ahora.
4. Un aspecto notable de la mejoría de las cuentas de las empresas ha sido la acumulación de unas reservas de tesorería muy importantes. Las grandes multinacionales, sobre todo las multinacionales de EE.UU. que han estado ganando más con sus ventas en el extranjero, han encabezado esta tendencia.
5. Dado que los beneficios de las empresas estadounidenses en el extranjero no tributan hasta que no se repatrian, las empresas estadounidenses han estado considerando alternativas más eficientes desde el punto de vista fiscal para estos fondos en el extranjero, incluidas las adquisiciones de empresas de otros países. Este hecho puede considerarse como un arbitraje de regímenes fiscales internacionales.
Este último punto estaría teniendo, según Fidelity, un peso muy importante en el repunte de las operaciones corporativas. “Muchas multinacionales estadounidenses han acumulado una importante cantidad de beneficios fuera de EE.UU. Repatriar estos fondos a EE.UU. supondría pagar una factura fiscal elevada y eso está espoleando también la inversión extranjera de las multinacionales de EE.UU, lo que incluye operaciones de fusión y adquisición”.
La gestora pone un ejemplo: recientemente se ha constatado que el arbitraje fiscal fue uno de los motivos principales detrás de la oferta de adquisición lanzada por el gigante farmacéutico Pfizer sobre su homólogo británico AstraZeneca. Lo interesante de este caso, según Fidelity, es que la lógica fiscal de Pfizer se refuerza aún más por un deseo aparente de volver a trasladar su sede al Reino Unido con el fin de beneficiarse de un impuesto de sociedades considerablemente más bajo que en EE.UU.
El volumen de efectivo, cerca de máximos
Los expertos de Allianz Global Investors también dedican un informe al análisis del repunte del M&A. Coinciden en señalar lo propio del momento tras años de desapalancamiento, especialmente entre las compañías estadounidenses: su ratio de deuda/ebitda se sitúa actualmente en las 1,5 veces, un 10% por debajo de la media de los últimos 20 años.
Desde Allianz GI constatan que, pese a que el desapalancamiento ha sido una tendencia generalizada, hay diferencias acusadas entre regiones, ya que han ajustado más sus balances las empresas de EE.UU. y Reino Unido. Adicionalmente, y a diferencia de las británicas, las compañías estadounidenses no han incrementado su ratio de deuda/ebitda desde los inicios de la recuperación en 2011. Las empresas americanas cuentan con un flujo de caja equivalente al 4% del PIB nacional, muy próximo al máximo histórico del 4,4%.
Stefan Scheurer, vicepresidente de la división de mercados de capital globales e investigación temática en la firma, argumenta en el informe que las opciones más claras para las empresas que se están sentando sobre semejante pila de efectivo son dos: incrementar las inversiones sobre capital, o aumentar su actividad de M&A. El argumento a favor del primer supuesto es la mejora del entorno económico, que ha llevado a las compañías a tener una visión más positiva sobre su futuro, volviéndolas más receptivas de cara a incrementar la inversión en bienes de capital (capex). De hecho, Scheurer señala que recientemente el capex ha alcanzado máximos históricos en EE.UU. y países emergentes.
Respecto a la posibilidad de ir de compras, el representante de Allianz GI señala que aquellas compañías con tesorería mejor saneada podrían encontrar buenas oportunidades, y que más compañías podrían subirse al carro de las fusiones y adquisiciones: “Un vistazo al número de M&A anunciado en el sector corporativo en el primer trimestre de 2014 indica que muchos ejecutivos con capacidad de toma de decisiones probablemente se centren en el M&A en los próximos meses”, concluye.
Atención a las valoraciones
Legg Mason Global AM coincide con Allianz GI en este último punto, puesto que para la gestora "el repunte del mercado de fusiones y adquisiciones podría ser el resultado del renovado optimismo de las empresas con respecto a la mejora de la economía mundial y el aumento de la demanda de nuevas operaciones podría servir para cimentar las actuales valoraciones de la renta variable. O por otro lado, también podría sugerir que el crecimiento orgánico sigue siendo algo difícil de alcanzar”.
Desde la firma también ponen en relación el repunte del M&A con el calendario de subidas de tipos que está barajando la Fed: "La actividad en materia de fusiones y adquisiciones también puede estar repuntando debido a la opinión generalizada de que los tipos de interés van a subir: el hecho de que los tipos se encuentren actualmente en niveles bajos constituye un gran incentivo para sacar operaciones adelante, en un momento en el que su coste de financiación sigue siendo bajo".
"A medida que las valoraciones siguen incrementando en línea con las expectativas de futuro, la importancia de encontrar las verdaderas fuentes de valor también aumenta”, continúan desde la firma. “Un aspecto fundamental del desafío que afrontan los inversores value reside en comprender las expectativas de los inversores que ya reflejan los precios de las acciones, para detectar dónde puede encontrarse el valor restante", concluyen.