El presidente de la asociación, Ángel Martinez Aldama, incide en que el ahorro privado en pensiones debería ser cuatro veces superior al actual para igualar la media europea.
Esta mañana se ha presentado en Madrid las conclusiones del informe bianual Pensions at a Glance que elabora la OCDE y que analiza la situación de los sistemas de pensiones de varias regiones a nivel mundial. El acto ha vuelto a estar organizado por Inverco, y su presidente, Ángel Martínez Aldama, no ha querido desaprovechar la ocasión para volver a poner sobre la mesa una serie de demandas al nuevo Gobierno que, as su juicio, hacen falta en España para promover el ahorro en pensiones a través del segundo y tercer pilar o, lo que es lo mismo, a través de los planes de empresa y los individuales.
Al fin y al cabo, los datos de ahorro privado en pensiones en España siguen siendo muy bajos en comparación con los de la media europea ya que, según Aldama, “la tasa de pensiones privada es del 12% PIB y para alcanzar la media los activos de pensiones del resto de Europa deberían tener cuatro veces más”. En cifras esto supondría pasar de los 116.418 millones de euros que hay actualmente en el sistema de pensiones privadas (incluyendo planes individuales, asociados y de empleo) a una cantidad que superara los 400.000 millones de euros.
Para que se pueda si no alcanzar, al menos sí avanzar hasta alcanzar tales números, desde Inverco reclaman cuatro medidas al nuevo Gobierno. La primera es la de establecer un sistema de autoadhesión a planes de pensiones similar al modelo de Reino Unido, en el que los trabajadores ahorran por defecto a planes de pensiones. “Entendemos que hay que potenciar el sistema con un modelo cuasi obligatorio como en Reino Unido con un sistema de autoafiliación que permita al trabajador darse de baja. En Reino Unido más de 9 millones se han incorporado por defecto y solo han solicitado la baja el 8% de los trabajadores”, afirma el presidente de la asociación.
La segunda medida pasa por la necesidad que tienen los españoles de conocer cual será la cuantía futura de su pensión, lo que en el sector financiero se conoce como la carta de jubilación para que estos trabajadores puedan tener una idea de la cuantía de su pensión en el futuro. A este respecto, Aldama ha recordado que ya se acordó por ley en el año 2011 que el Ministerio mandara dicha misiva a los trabajadores pese a que todavía ningún Gobierno ha cumplido esa ley.
La tercera medida en la que ha incidido Inverco es en la de establecer “un marco fiscal estable y estimulante que promueva el ahorro financiero” con mayores ventajas fiscales teniendo en cuenta que España se sitúa muy por debajo de la media europea en este aspecto. Y la cuarta, también referida a la fiscalidad, pasa por extender a otros productos financieros de largo plazo, planes y fondos de inversión entre ellos, una de las ventajas fiscales con las que cuentan las rentas vitalicias: la exención de tributar las plusvalías por la venta de un inmueble, acciones o bonos si las mismas se destinan a rentas vitalicias.
