Las estrategias de smart beta en renta variable han multiplicado por cuatro sus activos desde 2008

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J.Sa., Flickr, Creative Commons

El 2014 representa ya un año récord para la industria de los productos cotizados (ETP), que en noviembre superó el récord anterior, de 262.700 millones de dólares, registrado en 2012. En la última edición de su informe ETP Landscape, BlackRock revisa la evolución vivida por estos productos a lo largo de este año y concluye que los inversores recurren cada vez más a los ETP para formar el núcleo de su cartera, realizar asignaciones estratégicas ante un cambio de las condiciones de mercado o como instrumentos líquidos para posiciones tácticas.

La renta fija global ha sido la categoría que más se ha beneficiado del entorno de incertidumbre experimentado en 2014. No obstante, el informe identifica otras tres categorías con buenas perspectivas de cara a 2015: las estrategias de smart beta, los mercados emergentes y la renta variable japonesa.

Apetito de smart beta en renta variable

Las estrategias de smart beta en renta variable han multiplicado por cuatro sus activos desde 2008. El apetito de los inversores por exposiciones personalizadas a las que no pueden acceder mediante fondos tradicionales que replican índices ponderados por capitalización de mercado se ha acelerado en los dos últimos años. Tras el fuerte crecimiento observado en 2013 −en el que los flujos acumulados prácticamente duplicaron los de 2012 hasta rozar los 65.000 millones de dólares− estas estrategias volvieron a registrar robustas captaciones en 2014 (de 51.100 millones de dólares) que implican un crecimiento orgánico del 18%, el doble que el los ETP de renta variable que replican índices ponderados por capitalización de mercado.

Los fondos de dividendo y los de mínima volatilidad han sido los que más han contribuido a este crecimiento. Según señala el informe, los fondos de dividendo han captado más de 10.000 millones de dólares este año y continúan resultando una alternativa atractiva a los bonos para aquellos inversores que buscan percibir rentas en el actual entorno de bajas rentabilidades en renta fija.

En el caso de los fondos de mínima volatilidad, los bajos niveles de volatilidad registrados por las bolsas durante la mayor parte del año han influido en las captaciones, más bien moderadas este año. No obstante, el reciente repunte de la volatilidad, que se espera que se normalice a lo largo de 2015, ha vuelto a despertar el interés de los inversores por los ETP de mínima volatilidad.