Las estrategias defensivas de las gestoras para capear el temporal

José Cerón (Fonditel), Ana Concejero (State Street Global Advisors), Carlos Aguado (Santalucía AM) y César Gil (CaixaBank AM). FundsPeople.

El contexto macro sigue dominado por una alta incertidumbre y volatilidad a medida que avanza el proceso de normalización monetaria que intenta combatir la inflación. ¿Cómo afecta este escenario a las perspectivas de los mercados de renta fija y variable? ¿Y a la asignación de carteras? FundsPeople reúne en un desayuno, patrocinado por State Street Global Advisors SPDR, a expertos de varias gestoras que responden a éstas y otras preguntas.

“Nos encontramos en un escenario complejo para todos los activos de riesgo, tanto bolsas como crédito, sobre todo high yield. El deterioro económico prosigue y podría ir a más, hasta desembocar en una recesión. La cuestión es cómo de severa y de duradera puede ser, dos claves que marcarán el devenir del mercado”, destaca Carlos Aguado, selector y gestor de fondos de Santalucía AM.

Para Aguado, la renta variable, fundamentalmente la estadounidense, sigue sin encontrarse en niveles atractivos. “Aunque la prima de valoración creada por los tipos bajos ya se ha evaporado, creemos que todavía hay margen para una mayor corrección”, asegura.

Mientras, en el caso de la renta fija, advierte de que no será fácil que la inflación se modere hasta las tasas objetivo de los bancos centrales. “En Santalucía AM, creemos que vamos a vivir una etapa con tipos de interés altos más prolongada y que la inflación se mantendrá en el entorno del 3-4% durante más tiempo del que descuenta el mercado”, apunta.

Posicionamiento defensivo

En este contexto, el posicionamiento de Santalucía AM en el corto plazo es conservador. Según explica Aguado, en renta variable, “priorizamos estilos de corte más defensivo, como low volatility en EE.UU. o high dividend global. Nos alejamos de la parte más cíclica y más growth de los sectores porque pensamos que aún no es el momento de estar ahí y preferimos ser más conservadores”.  

“Respecto a la renta fija, seguimos bastante cortos en duración -si bien la hemos ido incrementando ligeramente acompañando la subida de tipos- e infraponderados en high yield. También hemos aumentado posiciones en covered bonds por la ampliación del diferencial de la curva swap respecto a la deuda pública, que hace más atractivas a las cédulas hipotecarias de alta calidad crediticia”, añade.

Tres bloques económicos con problemas complejos

César Gil, director de Asset Allocation de Caixabank AM, explica que el escenario central que contempla su entidad destaca por la falta de visibilidad global y distingue entre tres grandes bloques económicos para ajustar mejor las inversiones: EE.UU., cuyo mayor problema es la inflación; en Europa, la estanflación; y, en China, la “implosión”.  

“De las tres regiones, EE.UU. quizás sea la que menos problemas plantea. La Fed, que está liderando el proceso de subida de tipos global, no frenará el ajuste monetario hasta que tenga controlada la inflación. Lo ideal sería una subida de tipos rápida y agresiva que cortara la inflación por lo sano, con dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo para volver después a crecer. Pero la economía sigue muy robusta y se corre el riesgo de que el precio del dinero se mantenga alto durante más tiempo del que sería deseable”, expone.

Para Gil, la situación en Europa es peor y el principal riesgo es la estanflación porque la escalada de precios ha llegado en un momento del ciclo con menor crecimiento. Sin embargo, el problema podría ser pasajero y que los precios de la energía bajen, bien por el posible fin del conflicto en Ucrania en los próximos meses o, si eso no ocurre, mediante la inversión en infraestructuras a medio plazo que permitan eliminar la dependencia de Rusia.

Implosión en China

El caso de China es todavía más complejo. El director de Asset Allocation de Caixabank AM asegura que el país está sufriendo una “implosión”, consecuencia de las políticas de Covid cero junto a la elevada deuda y la burbuja inmobiliaria.

“China tiene que fomentar un crecimiento de mayor calidad, intentando evitar todos los sectores con sobrecapacidad”, afirma Gil, quien no descarta una luz de esperanza si el Partido Comunista en su congreso el 16 de octubre se replantea la política de Covid cero o si el país es capaz de producir su propia vacuna o decide comprar vacunas externas, lo que aceleraría el ciclo.

Compañías defensivas y de calidad

En este escenario, “somos muy cautos con las inversiones en renta variable, preferimos más la calidad y EE.UU., aunque este mercado siga teniendo un gap por valoración con respecto a Europa, pero nos parece justificado. Buscamos también compañías de corte defensivo y de alto valor añadido. El dividendo nos parece una temática adecuada”.

“En renta fija, seguimos manteniendo una duración baja respecto a todos los índices, pero empiezan a abrirse ciertas oportunidades en bonos estadounidenses para clientes que puedan tener inversiones directamente en dólares sin necesidad de cubrir”, añade Gil.

La situación es complicada, hay poca visibilidad y la volatilidad es elevada, pero también puede haber oportunidades, señala el directivo de Caixabank AM, quien defiende las estrategias de opciones como complemento en carteras diversificadas para aprovechar los picos de optimismo que puedan producirse “y que no te pillen fuera del mercado, sin tener que variar el escenario base”. 

Caos organizado

José Cerón, responsable de Multi-Asset de Fonditel, define el contexto actual como un “caos organizado”, a diferencia de la crisis del Covid, que fue un acontecimiento inédito para los mercados.
“Ahora todos los inversores pueden identificar los problemas y saben dónde hay que fijarse: cuándo la inflación y las subidas de tipos tocarán el punto de inflexión y cuál será el impacto en empresas, empleo y consumo. Las variables son más claras”, explica.

Cerón también hace referencia a otras incógnitas que están relacionadas con cuestiones geopolíticas, como la guerra en Ucrania, las tensiones sobre Taiwán o las elecciones legislativas de EE.UU. del 8 de noviembre.

“Todos estos factores suponen volatilidad. El problema que tenemos ahora viene principalmente por la salida de un periodo muy largo de laxitud financiera, que ha hecho que todos los activos de riesgo subieran. Este proceso de normalización es sano, lo complicado es recorrerlo”, apunta.

Prudencia, pero buscando oportunidades

Ante tantas incertidumbres, coincide en la apuesta por la prudencia, aunque sin dejar de buscar oportunidades, aprovechando los movimientos del mercado con la elevada volatilidad actual. Así, el posicionamiento en carteras de Fonditel hasta finales de año es defensivo, pero apostando por “surfear la ola”.

En este sentido, Cerón relata que Fonditel en junio subió tácticamente los niveles de riesgo porque “pensábamos que el mercado estaba muy sesgado hacia el pesimismo y cualquier indicio positivo podía hacer que el mercado subiera, como sucedió. No era un objetivo a largo plazo, sino táctico. Cuando llegó agosto vendimos ese riesgo y compramos protección en índices de renta variable”.   

En cualquier caso, el responsable de Multi-Asset de Fonditel cree que comienza a haber tipos de interés atractivos con los que empezar a construir carteras de renta fija y bonos corporativos de medio y largo plazo, “que es el objetivo de la gestora, no tanto el trading de corto plazo”.

“De cara al próximo año, valoraremos en el punto que estamos del ciclo. Los activos financieros descuentan expectativas y pueden empezar a mostrar un mejor comportamiento cuando se crea que hemos alcanzado el punto de inflexión dentro de este escenario de gran incertidumbre”, añade.

Búsqueda de refugio en el dividendo

Ana Concejero, responsable para España de State Street Global Advisors SPDR, constata ese giro defensivo del inversor institucional, en busca de refugio y de mayor calidad.

Así figura en los barómetros de inversión SPDR Smart Beta Compass, que analizan -vía herramientas de IA- el apetito inversor y tendencias de asignación de carteras sobre la base de las posiciones en custodia en State Street, que representan aproximadamente un 15% de la inversión global -unos 44 billones de dólares de activos financieros- y que le convierten en el mayor custodio a escala mundial.

El análisis del SPDR Smart Beta Compass muestra cómo los dividendos siguen siendo el bote salvavidas en un mar de inflación. “En los ETF en Europa, a nivel de estilos, han entrado 7.100 millones de dólares hasta agosto y el 90% de estos flujos han sido en dividendos”, señala Concejero. SPDR lidera la captación de flujos al factor dividendo.

“En los fondos SPDR de State Street se ha llevado a través de los Dividend Aristocrats, donde también se aprecian sesgos regionales. Han primado las entradas a EE.UU., unos 1.100 millones en el US Dividend Aristocrats a lo largo del año, y más de 500 millones en el instrumento global”, añade.

State Street, tal y como afirma Concejero, mantiene la apuesta por el dividendo para la recta final de año porque el entorno sigue favoreciendo este enfoque. El telón de fondo macroeconómico para la renta variable estadounidense y mundial continúa siendo el endurecimiento de la política monetaria, necesario para hacer frente a los elevados niveles de inflación. Además, la volatilidad del mercado obliga a los inversores a adoptar estrategias defensivas.

Además, la construcción de la gama SPDR Dividend Aristocrats por la combinación de los factores de alto dividendo y calidad obtiene la captación de rentas estables a la vez que mitiga la volatilidad de la inversión.