Desde FundsPeople reunimos en un desayuno, que patrocina Amundi ETF, Indexing & Smart Beta, a responsables de varias gestoras que analizan la creciente demanda de ETF que facilitan la implementación de los detalles de las estrategias de inversión -ya sea por factores, sectores o estilos- pero fundamentalmente de productos de gestión pasiva sostenibles, donde algunas entidades encuentran escasa la oferta disponible.
La demanda va por delante de la oferta en sostenibilidad
Fernando Gómez, director de Impact Solutions & Private Banking Funds de Caixabank AM, destaca la apuesta de su entidad por la inversión de impacto, un área en la que es pionera y donde existe una gran demanda de productos pasivos, que va incluso por delante de la oferta.
“La oferta actual de ETF o productos de gestión pasiva sostenibles, sobre todo en el caso de los fondos Artículo 9, no cubre la demanda actual de los gestores. Quizás en el futuro, cuando se vaya clarificando el marco regulatorio, y haya más concentración y volumen en cuanto a los índices de sostenibilidad, sea más fácil para las entidades ofrecer este tipo de productos”, apunta.
Por en el contrario, en lo referente a la gestión de estilos, factores o acceso a mercados nicho, el escenario es diferente. “Aquí es la oferta la que se ha adelantado a la demanda. Los ETF existentes permiten tener acceso a casi cualquier segmento de mercado, desde dividendos hasta renta fija emergente en moneda local. Hay tal diversidad que en algunos casos puede hasta sorprender”, subraya Gómez.
Una sofisticación cada vez mayor en el mundo del ETF
“La demanda este año ha estado muy centrada en el ámbito de la sostenibilidad”, sostiene José María Yraola, responsable de Fondos Perfilados de BBVA AM, quien hace hincapié en cómo el compromiso por un mundo más verde e inclusivo es uno de los pilares estratégicos de su entidad.
En este sentido, asegura que “BBVA AM ha ampliado durante el año su gama de producto sostenible y este crecimiento se ha traducido en una mayor demanda tanto en ETF Artículo 9 ligados a cambio climático y a los Acuerdos de París, como en productos Artículo 8 Best In Class, que incorporan un filtro positivo”.
Desde un punto de vista de estilos de inversión, “hemos incorporado este año un ETF en renta variable estadounidense cuyo objetivo se centra en la selección de compañías con crecimiento de dividendos consistente a largo plazo, un producto pasivo que tiene historia y que complementa muy bien otros estilos de inversión dentro de este entorno inflacionista en la cesta de bolsa americana”.
Por otro lado, Yraola resalta el aumento de la sofisticación de los productos pasivos. “Ya no solo se ven los clásicos ETF que se aproximan a índices tradicionales, sino otros productos que tratan de replicar estrategias ad-hoc. Por ejemplo, mantenemos posiciones en cartera en un ETF que replica la metodología de valoración sectorial a largo plazo en bolsa estadounidense desarrollada por el premio Nobel Robert Shiller”, indica.
Gran variedad en la demanda
Francisco Simón, responsable de Estrategia de Asignación Táctica Discrecional de Activos GMAS en Santander AM, coincide en la demanda por los productos sostenibles y también por aquellos que facilitan la implementación de los detalles de las estrategias de inversión, ya sea por factores, sectores o estilos, donde las posibilidades son muy amplias.
“Hay una gran variedad en la demanda, abarca tanto los mercados más core como los más nicho. La posibilidad de contar con ETF en mercados como el de deuda high yield emergente supone una gran ayuda, que además complementa en algunos casos la gestión activa”, añade.
Por otro lado, Simón apunta que su entidad ha estado interesada este año también en fondos a más corto plazo o money market, “donde la demanda no ha sido satisfecha porque no había oferta relacionada”.
Innovación en soluciones ASG
Analizando la demanda de los inversores en términos de flujos, Juan San Pío, director Comercial para Iberia y Latinoamérica de Amundi ETF Indexing & Smart Beta, detalla que el año pasado, en el mercado de ETF europeo, más del 50% de los flujos se dirigieron a ETF sostenibles. Mientras que este 2022, el 100% de los flujos netos en Amundi han ido a favor de ETF sobre índices sostenibles.
En este sentido, explica que Amundi ha apostado claramente por la sostenibilidad, algo que ha trasladado a su estrategia de desarrollo de producto, que cada vez tiene un mayor sesgo ASG y, por lo tanto, un mayor peso en sus flujos.
“Lo que hay que ver es si los inversores realmente están demandando activos sostenibles o si, ante un índice ASG con un tracking error bajo versus el índice principal, prefieren el sesgo ASG, pero sin desviarse de ese asset class”, apunta.
“Desde Amundi ETF, seguimos innovando en cuanto a soluciones ASG, ampliando la oferta de ETF alineados con los índices PAB y CTB para ayudar a los inversores a alcanzar sus objetivos Net Zero; y buscando dar respuesta a los inversores que buscan cambiar sus asignaciones core por equivalentes ASG, como hemos hecho recientemente con el lanzamiento de la gama de ETF UCITS Sectoriales Globales ESG”, señala San Pío, para quien, en cualquier caso, el camino de la sostenibilidad es ineludible.
“Además, en Amundi aplicamos nuestra política de voto y compromiso tanto a la gestión activa como a la pasiva, con lo que, dado nuestro tamaño, podemos impulsar cambios sostenibles en las empresas en las que invertimos”, añade.
