Para Carlos Saúco López de Sancho, Sales Associate Director de Muzinich & Co., la renta fija ofrece una oportunidad única, con tires no vistas en los últimos 15 años, que en el caso del crédito con califación investment grade en euros son superiores al 4%. De hecho, es en este segmento donde percibe las mejores opciones, mientras que, en el caso del high yield donde encontramos rentabilidades por encima del 8%, considera necesario tener cautela hasta contar con un contexto macroeconómico más estable, y siempre manteniendo un perfil muy selectivo con foco en el segmento de alta calidad, principalmente en los ratings BB.
“En la actualidad vemos un mayor apetito por el crédito investment grade europeo, como demuestran también los flujos de entrada. Desde el punto de vista del valor relativo, esta deuda es más atractiva que su homóloga en divisa dólar después de aplicar el coste de cobertura. Además, Europa ha arrancado 2023 con perspectivas de crecimiento económico muy favorables, donde la meteorología ha jugado un papel importante, si bien la inflación sigue en cotas muy elevadas y esperamos que sea más persistente de lo esperado por el mercado”, expone.
Muzinich & Co., una casa especializada en renta fija corporativa con experiencia de más de 30 años, también es optimista con EE.UU., a pesar de que algunos indicadores macro adelantados puedan resultar contradictorios, como el PMI manufacturero, que aún refleja un escenario recesivo, quizás por la fortaleza del dólar durante estos últimos tiempos; frente al ISM de servicios, que ha rebotado con fuerza. “Quizás crezca menos que Europa, pero no creemos que se vaya a resentir, al contar con un consumo sólido que representa casi dos terceras partes del PIB que no pensamos vaya a ser un problema al contar una tasa de desempleo del 3.6%, en mínimos históricos", sostiene.
“Respecto a emergentes, unos mercados sobre los que estuvimos muy infraponderados el año pasado, igualmente estamos encontrando oportunidades muy atractivas en crédito grado de inversión en la región asiática y, más allá de China, en países como Tailandia o Indonesia”, añade Saúco.
Por otro lado, Muzinich & Co está apostando de manera decidida por las estrategias de corta duración, hasta dos años, porque tienen menos sensibilidad a los movimientos de tipos, una menor volatilidad que los bonos de larga duración y permiten la reinversión constante de vencimientos y cupones a yields más altas. De hecho, hoy en día, el tener mayor duración en las carteras no está premiada.
“Nuestros gestores europeos consideran que hay mucho optimismo con la caída de la inflación y con la dinámica de los bancos centrales. Estando las curvas gubernamentales invertidas y las de crédito prácticamente planas, no pensamos que tenga sentido estratégico invertir en el tramo largo de la curva. Debemos escuchar más a los bancos centrales y menos al mercado, y hablar de un terminal rate específico es muy difícil, ya que dependen completamente de las cifras que se vayan publicando y de la inflación. Lo que está claro es que el objetivo de inflación del 2% es algo innegociable y aunque los bancos centrales han hecho ya mucho, no van a caer en la complacencia. En EE.UU., en cambio, nuestros gestores creen que la inflación ya tocó techo en noviembre del año pasado, por lo tanto, en algunas estrategias más flexibles o tácticas sí estamos comenzado a coger un poco más de duración”, explica el Sales Associate Director de Muzinich & Co.
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