Gregorio Gil de Rozas, Head of Retirement de la consultora, enumeró varias propuestas para impulsar el sistema actual.
El Instituto de Actuarios Españoles concluye que el sistema de pensiones en España no es sostenible ni eficiente, además de ser más generoso que otros países de nuestros entorno. Willis Towers Watson recogió estas conclusiones en la VI Jornada de Securities Services organizado por Cecabank, donde Gregorio Gil de Rozas, Head of Retirement. Willis Towers Watson y presidente del Instituto de Actuarios Españoles, enumeró varias propuestas para mejorar el sistema actual de pensiones.
Una parte de la solución, destaca Gil de Rozas, pasa por reforzar la previsión social complementaria. “Habría que implementar un sistema de previsión empresarial de adhesión por defecto para todas las empresas en España”, indica y toma como ejemplo al modelo ingles. Además, para las pymes, apuesta por crear vehículos o planes sectoriales. Por otro lado, cree que se debería incentivar la consolidación de los planes de pensiones de empleo con un patrimonio inferior a los 20 millones de euros.
También considera una buena alternativa que se obligase a derivar entre un 20-25% del incremento de la masa salarial pactada en la negociación colectiva a vehículos de previsión social complementaria.
Además de fomentar los planes de pensiones, piensa que se tendría que incentivar el ahorro individual y finalista a la jubilación con fórmulas disruptivas, como ya se está haciendo con las hipotecas inversas.
En este sentido, desde Willis Towers Watson alerta que hay un problema con el sector de las pensiones, donde no se están creando planes nuevos. “La parte empresarial lo ve más como un coste”, considera. Según Gil de Rozas, “la nueva previsión social complementaria se está creando en seguros dirigidos a patrimonios por encima de los 50.000 euros”. Desde su punto de vista, “el gran impulsor debería ser la negociación colectiva”.
Sistema público
En materia del sistema público, propone tres puntos de mejora: incorporar la vida laboral completa en el cálculo de la prestación (un sistema más contributivo), dar un informe sobre la prestación esperada a la jubilación e incorporar automatismos. En este último punto se refiere a que “necesitamos certeza” y sugiere ligar las pensiones a la esperanza de vida y que el sistema se autocorrija.
A nivel general, reflexiona sobre un cambio del sistema de reparto actual a uno de capitalización compuesta. Sobre todo, tras ocho años en déficit. “No hay margen de maniobra para el primer pilar del sistema de pensiones en España”, contextualiza, en un momento donde la deuda pública asciende al 98% del PIB.
Respecto al papel de los depositarios, subraya que los planes de empleo “buscan consistencia y seguridad”.