“Las reformas del mercado de derivados OTC plantean interesantes cuestiones para los soberanos"

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Perritopuerco, Flickr, Creative Commons

“Las reformas de los mercados de derivados OTC que se están produciendo en todo el mundo están teniendo un profundo impacto en el modo en el que los derivados son utilizados, una situación que plantea interesantes cuestiones para las instituciones soberanas”. Así se recoge en un informe publicado por BNY Mellon, gestora que recientemente ha empezado a ofrecer servicios globales de colateral con el objetivo de ayudar a satisfacer las crecientes necesidades de gestión de garantías tanto de los agentes de bolsa como de los inversores institucionales.

En este aspecto, BNY Mellon analiza en un artículo las inherentes incoherencias que, en su opinión, resultan de la aplicación de las disposiciones clave de las reformas sobre los OTC y el potencial impacto que podría tener sobre las instituciones soberanas. En este sentido, los principales objetivos de las reformas propuestas, que incluyen la Ley Dodd-Frank, la regulación del mercado europeo de infraestructuras (EMIR), y medidas similares en la región Asia-Pacífico, son centralizar y gestionar el riesgo de crédito de contraparte y aumentar la transparencia.

Según la gestora, la evolución del marco regulatorio plantea cuestiones importantes para los soberanos con respecto a sus obligaciones y el costo potencial de su cumplimiento. “El riesgo de contraparte de los soberanos suele ser por lo general bajo y, por lo tanto, no se han visto obligados a aportar garantías”. Sin embargo, con las reformas regulatorias globales, esto se difumina. En este aspecto, desde BNY Mellon consideran que “la clasificación de los soberanos y las variaciones posteriores en las reglas de Basilea III deben estar dirigidas a evitar las distorsiones del mercado y el arbitraje regulatorio. Adicionalmente, el coste de cumplimiento de las nuevas reglas podría golpear de lleno a los propios soberanos y de una manera muy fuerte”, indican.

El informe señala que el continuo debate sobre ‘extraterritorialidad’, definida como la aplicación de un conjunto de normas fuera de la jurisdicción directa de la supervisión del regulador, añade aún más complejidad. “En términos generales, los soberanos europeos han expresado su preocupación por el potencial impacto en la selección de la contraparte que daría como resultado una aplicación extraterritorial de la propuesta Dodd-Frank ámbito de aplicación extraterritorial de la Ley, por ejemplo. La exclusión de facto de las instituciones financieras de EEUU como contraparte tendría un impacto muy negativo sobre los precios de los derivados, la liquidez y la gestión del riesgo”, afirman desde la entidad.