De la expansión indiscriminada al crecimiento sostenible, según el informe de Hamon Investments
Mientras el mundo desarrollado se esfuerza por reconstruir sus cuentas, desde Hamon Investments, gestora especializada en bolsa asiática de BNY Mellon, se muestran convencidos de que los mercados emergentes, y especialmente China, continuarán ofreciendo oportunidades de inversión más atractivas y estables. “China ya no solo busca una rápida expansión económica, sino un crecimiento sostenible”, dice Hugh Simon, su responsable de inversión.
La modernización de la economía del país y sus infraestructuras han sido un primer paso dado en la época pasada, pero en la próxima los hilos conductores serán la mejora de los estándares de vida de su población y la expansión del consumo doméstico, en un contexto en el que tanto la inversión pública como la privada serán catalizadores del crecimiento.
Para beneficiarse de estas tendencias, el responsable de inversiones de Hamon Investmentes, destaca seis áreas de inversión:
1. El desarrollo de las infraestructuras
2. El creciente consumismo en las regiones occidentales de China
3. Medios de comunicación y tecnología
4. Salud
5. Gestión de energía limpia y alternativa
6. Internacionalización del yuan chino
El crecimiento sostenible en China beneficiará también a sus socios económicos de la región. “En el comienzo de la segunda década del siglo XXI, el potencial de crecimiento de China viene avalado tanto por su atractivo demográfico como su favorable contexto económico: la urbanización, la modernización y reforma del mundo rural y las tierras y la expansión de las clases medias ofrece oportunidades a los inversores de largo plazo”, indica Simon, destacando las seis áreas anteriores.
Puedes acceder al informe en el archivo adjunto