Mikko Ripatti (DNB AM), Roberto Scholtes (Singular Bank), Francisco Julve (A&G) e Ignacio Ballesteros (Inversis) debaten sobre el futuro del sector tecnológico, tendencias y segmentos a tener en cuenta.
Las Siete Magníficas aúpan a un sector tecnológico al que todavía le queda tirón

En términos de valoración, A&G reconoce que el sector es un “cajón de sastre” y que está caro, pero distingue entre aquellas empresas disruptivas que no son tecnológicas en sí mismas pero que, gracias a esta industria, obtienen ventajas competitivas, como puede ser el caso de Uber, y las que producen la tecnología, como Nvidia. Son ejemplos que cita el responsable de Productos de Terceros de A&G de la gestora, Francisco Julve, para alertar del riesgo de burbuja entre las primeras. “Son tendencias de futuro, que se pueden romper, donde las valoraciones puede que no se midan igual al resto de las tech y que, sin embargo, se están beneficiando de los que producen su tecnología”, señala.
Recuerda cómo ya nadie habla del metaverso o del blockchain, “lo que no significa que esté denostado”, aclara, pero ahora el tema más candente está en la Inteligencia Artificial. “No es que no vayan a funcionar, pero hay que tener mucho cuidado con el tema de las valoraciones”, insiste sobre el riesgo de modas y burbujas.
El responsable de Productos de Terceros de A&G de A&G señala que, “cuando entras en un fondo tecnológico genérico, se pueden hacer apuestas más agresivas, pero el problema es cuando inviertes en un nicho muy temático y que bajo ese nombre se puede meter cualquier empresa”. En este sentido, considera a la gestión activa como “útil” para separar el grano de la paja, porque a veces “no es tan obvio”.
Advierte de evitar sobreexposición en este mercado en general, más aún cuando, por ejemplo, sólo en el S&P 500 este sector pesa un 30%. “Si ya tienes tu posicionamiento en renta variable global con un vehículo indexado, y aunque no estés específicamente positivo en tecnología, ya tienes exposición”, no obstante, “claramente tienes que estar posicionado para evitar el riesgo de quedarte fuera y perder el performance del fondo”, reconoce Francisco Julve.
1/4Para Roberto Scholtes, jefe de Estrategia de Singular Bank, la Inteligencia Artificial “cambia las reglas de juego”, como ya lo hizo en su momento la llegada de las autopistas de la información. “La IA va a mantener la estructura oligopólica que ahora mismo tenemos en internet y en la nube” y son, en su opinión, los gigantes del sector, las mega-cap, quienes tienen músculo financiero para seguir liderando la industria acaparando buena parte de los beneficios. En concreto, las Siete Magníficas (sin Tesla, con Broadcom) en EE.UU. y los grandes fabricantes de semiconductores de Asia y Europa.
Los argumentos que esgrime son: “Tienen la capacidad para desarrollar los grandes modelos de lenguaje, alrededor de los cuales giran otros más especializados, y fabricar sus propios semiconductores; dominan la infraestructura de nube y, sobre todo, tienen la capacidad para la monetización inmediata de esas aplicaciones para sus negocios, como puede ser el caso de Microsoft, para usuarios finales, Google, o para su propia operativa logística, Amazon”.
A su juicio, es un riesgo no tener en la actualidad a los gigantes de la industria en cartera. Primero, a partir de la indexación a los índices para, a posteriormente, “hacer apuestas tácticas relativamente menores. Estas compañías tienen que ser el ancla, no solo de la inversión en tecnología, sino de la renta variable global”, afirma contundente Roberto Scholtes.
Las recomendaciones de Singular Bank pasan por posicionarse en “la gran transformación, las grandes tendencias, antes que ir a nichos”, como el vehículo autónomo, sobre el que “todavía queda lejos de que aporte flujos de caja de mucho valor”, las smart cities o la automatización robótica. “Al final, las mejoras de productividad en procesos industriales van a ser incrementales, pero también graduales, lo veremos mucho más rápido en compañías como Microsoft”, concluye.
2/4“Es un sector extraordinario, único en la historia de los últimos 10 años a nivel de comportamiento con respecto a los índices de renta variable global”, afirma Ignacio Ballesteros, analista sénior de fondos de Inversis. Da como botón de muestra la rentabilidad anual en esta década pasada: el índice MSCI World Information Technology ha obtenido una rentabilidad superior al 18% anual, versus una rentabilidad en torno al 8% anual del MSCI ACWI. “Este enorme outperformance del sector tecnológico es debido a la explosión de los beneficios operativos de las compañías tecnológicas: en el periodo 2010 – 2020 todo el crecimiento del EBIT del S&P 500 se ha debido al sector tecnológico, que ha crecido a una CAGR del 12%, mientras que el resto de las compañías del índice lo ha hecho a una tasa del 0%”, recalca.
“¿Es sostenible en el tiempo?”, se pregunta. La respuesta de Inversis es afirmativa. El experto aduce que “la tecnología es cada vez más transversal a todas las industrias y, como viene ocurriendo en los últimos 20 años, en aras de incrementar la productividad, es necesario que las empresas hagan inversiones crecientes en CAPEX tecnológico para seguir siendo competitivos en la mayor parte de sectores”, explica para demostrar porqué la revalorización del sector va a continuar a largo plazo.
Dada la heterogeneidad del sector tecnológico y los distintos riesgos a los que está expuesto, la firma se muestra más positiva en vehículos globales, capaces de elegir entre las distintas temáticas de la tecnología cuál va a ser la ganadora.
Con respecto a pegarse a los grandes índices de referencia donde pesan los gigantes tecnológicos, Ignacio Ballesteros reconoce que son índices imposibles de seguir por ningún fondo de gestión activa, “por la diversificación que deben tener estos vehículos, lo cual es, a la vez, un riesgo y una oportunidad. Es decir, esta gran concentración en los índices hace que, si estas compañías lo hacen muy bien, sean prácticamente imbatibles y, en cambio, si lo hacen mal u ocurre algo inesperado con alguna de estas empresas, serán fácilmente superables por los fondos de gestión activa”.
3/4Coincide Mikko Ripatti, responsable para Iberia y gestor de Carteras de Clientes en DNB AM, en que el sector de la tecnología va a seguir creciendo “por su capacidad de innovar y contribuir a ganar productividad”. Reconoce que es difícil definir qué es tecnología, “pues está en todas partes: bancos, servicios, salud…”, por ello la firma noruega, especializada en TMT (tecnología, media y telecomunicaciones), opta por una aproximación más amplia para “no limitarte a un subsector que puede comportarse bien cuando el mercado está al alza”. En este sentido, el approach que realiza DNB AM es bottom-up, por lo que “es importante analizar individualmente a las empresas y su business case”, aclara.
A nivel de riesgos, además de la regulación, Mikko Ripatti destaca la velocidad de la innovación, y cita como ejemplo al otrora rey de los móviles, Nokia, cuando no supo adaptarse al mundo software en el negocio celular, o fijarse sólo en las grandes temáticas. “El sector de la tecnología está lleno de grandes empresas que no siempre son buenas inversiones si pagas demasiado”.
En opinión del responsable para Iberia y gestor de Carteras de Clientes en DNB AM, las tendencias clave dentro de la tecnología están en la inteligencia artificial, la computación en la nube y la realidad virtual. Recuerda que esta última tecnología ha tenido unas expectativas muy altas y que no ha funcionado muy bien por los dispositivos, pero que ya se están empezando a desarrollar soluciones más atractivas, menciona modelos que está fabricando Rayban y Meta.
Con respecto a la IA, Ripatti comenta que “hay muchas expectativas y, a corto plazo, quizás hay valoraciones demasiado caras, pero pensamos que a futuro es muy interesante”, pero reconoce que en la actualidad aún son pocas las empresas que realmente se están aprovechando esta tecnología, lo que redunda en el “riesgo de las valoraciones”.
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