“Las small caps están mejor posicionadas para beneficiarse del aumento del consumo en los emergentes”

00NathalieWallace
Foto cedida

Muchos expertos coinciden en que en los mercados emergentes se pueden encontrar las historias de crecimiento más atractivas. El objetivo es identificarlas. En muchos casos, hacerlo no es fácil. Las mejores oportunidades puede que no estén incluidas en los principales índices de referencia emergentes, al ser empresas de pequeño tamaño que a menudo se escapa del radar de los inversores. Eso no significa que, en determinadas ocasiones, estas empresas no presenten ventajas competitivas respecto a aquellas de gran capitalización. “Aunque algunas empresas de gran tamaño están inmersas en proyectos de infraestructuras, las small caps están, en términos generales, mejor posicionadas para beneficiarse del crecimiento del consumo en estos mercados”.

Así lo explica Nathalie Wallace, gestora de fondos senior en el equipo de mercados emergentes de Batterymarch, filial de la gestora Legg Mason, en un artículo en el que muestra su positiva visión respecto a las empresas de pequeña y mediana capitalización de los mercados emergentes. En su opinión, estas compañías están muy ligadas a las economías locales y pueden ofrecer a los inversores una exposición más directa al crecimiento de los mercados emergentes que las de gran capitalización, “en especial para aquellos gestores activos que sean capaces de explotar las ineficiencias del mercado”. Las valoraciones apoyan, en su opinión, estas favorables expectativas.

A su juicio, los precios a los que cotizan esta clase de compañías suponen un importante apoyo para creer en el buen comportamiento a largo de las empresas de pequeña y mediana capitalización. “Mientras que sectores como el financiero o el energético, cuyo negocio depende en buena parte de los ingresos que le lleguen de los países desarrollados, ocupan buena parte del peso en el índice S&P Emerging BMI, el S&P BMI Emerging Markets MidSmallCap está mucho más diversificado entre real estate, bienes de capital, consumo y otros sectores con unas perspectivas de crecimiento sectorial muy rápidas”.

La buena situación macroeconómica en la que se encuentran los países emergentes favorece esta tendencia. “La mayor disciplina fiscal y monetaria de los emergentes ha sido un factor clave para el desarrollo de la demanda local, así como para fomentar la inversión tanto pública como privada”. En este aspecto, Wallace recuerda que los niveles de deuda pública y corporativa sobre el PIB ha caído en estos países durante la última década, en tanto que el grado de apalancamiento de los consumidores en relación con el resto de regiones sigue siendo bajo. “Una menor presión fiscal sobre sus ciudadanos servirá de apoyo para asistir a un mayor consumo interno e inversión en el mundo emergente, lo que favorecería a esta clase de compañías”, asegura la experta.