Tres gráficos ilustran claramente cuál es la relevancia que se le otorga en España y el grado de integración de los criterios ISR en el proceso de inversión en comparación con otros países europeos.
Tras meses de estudio, el pasado mes de noviembre se publicó la octava edición del estudio sobre las prácticas de inversión socialmente responsable (ISR) de los inversores institucionales europeos, realizada por la empresa Novethic con la colaboración de Bank Degroof Petercam en 13 países. La entidad ha publicado los resultados de 181 encuestas a diferentes inversores que representan un total de 7,4 billones de euros en activos. Tras el análisis global, se distinguen tres niveles de madurez en Europa, con respecto a los siguientes aspectos: la formalización de Principios de Inversión Responsable, la implementación de dichos principios y la publicación de informes públicos sobre actividades de inversión responsable. Noruega, Finlandia, Países Bajos, Dinamarca y Suecia son los países más desarrollados en términos de Inversión Responsable. Francia, Reino Unido, Alemania, Austria y Bélgica se sitúan en un segundo nivel intermedio. España y Suiza están a la cola, con un nivel moderado de desarrollo.
A pesar de la clasificación, los responsables del estudio consideran que la situación en España es esperanzadora. El 50% de los inversores son firmantes de los Principios de Inversión Responsable y esta movilización está llevando a mejoras en términos de presentación de resultados. Además, el número de inversores que publicaron informes dedicados a ese tema aumentó en un 15%. Sin embargo, en las conclusiones del estudio se afirma claramente que “la integración de los criterios de ISR en el proceso es menos común en España y Suiza que en otros países europeos”. A nivel global, la conclusión a la que llega el estudio es que el clima es una prioridad para el 53% de los inversores, y que las políticas de inversiones responsables se están consolidando y progresando en los últimos años. Existen varias estrategias para consolidar sus prácticas, aunque el 90% de los encuestados ha optado como mínimo por una de las siguientes tres.
La primera, y más destacada, es la exclusión de sus planes de inversión de las que incurren en actividades controvertidas, ya sea por su sector o por violar acuerdos internacionales relacionados por ejemplo con la corrupción o la violación de los derechos humanos. La segunda es la selección por criterios ASG (Ambientales, Sociales y de buen Gobierno corporativo) y la tercera el compromiso accionarial. Con este estudio y el apoyo de diferentes iniciativas, Degroof Petercam pretende fomentar una responsabilidad financiera que tenga en cuenta las tres dimensiones de los criterios ASG: ‘planet, people, profit’ para buscar soluciones a largo plazo y mejorar el futuro. Novethic, por su parte, es una empresa francesa experta en investigación responsable cuyo objetivo es sensibilizar a los profesionales de las finanzas y fomentar la difusión de las prácticas de inversión responsable en Europa. Puede descargarse el informe completo pinchando aquí.
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