Lecciones de tres gestores españoles para comprender la economía mundial e invertir de cara al riesgo

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La primera promoción de la Summer School de Cunef cerró con una master class en forma de mesa redonda -moderada por Rafael Hurtado, director de Inversiones de Allianz Popular Asset Management- en la que tres gestores españoles dieron su visión sobre el estado actual de la economía mundial y ofrecieron algunas claves para afrontar desde la óptica inversora el futuro próximo de los mercados financieros.

Para mirar la economía mundial, es necesario hacerlo a través de tres visores: el ciclo económico, la inflación y, sobre todo, la actuación de los bancos centrales, “el más importante de los tres factores hoy día”, a juicio de Jaime Martínez, gestor independiente. Según su análisis, el crecimiento económico es positivo pero moderado y la inflación, en niveles mínimos, no llega a ser preocupante por una hipotética reversión hacia la deflación. Por su parte, “los mercados financieros están absolutamente intervenidos por los bancos centrales porque hay un comprador final para los activos, sobre todo para los bonos”, recuerda Martínez.

De momento, no se atisban grandes peligros a la vista para la economía mundial. “Estamos lejos de los casi colapsos de 2008 -global- y de 2012 -en Europa y, particularmente, en España-“, cree Santiago Churruca, socio de iCapital, para quien “los crecimientos mundiales del 4,5% son historia”. “Se va a crecer menos y, en Europa, menos aún”, prevé.

Del crecimiento sostenible visto a finales de los años 90 y principios de los 2000 se ha pasado a un entorno de “crecimiento insostenible”, como lo define Francisco Esteban, gestor de Alpha Plus. La globalización, el envejecimiento mundial de la población y el exceso de endeudamiento son los tres drivers que han fomentado esta transformación. Esteban es crítico con la actuación de los bancos centrales: “sólo acuden a cuidar el precio de los activos cuando están deprimidos, nunca lo hacen cuando están en burbuja”. Debido a la globalización, además, la política monetaria de los bancos centrales ya no sólo afecta de forma local, sino que también lo hace mundialmente gracias al flujo libre de capitales. Otro efecto de la globalización es el acercamiento a la deflación. Todas las compañías compiten a nivel global, una realidad que les deja menos márgenes y, en consecuencia, unos beneficios menores. La demografía también está cambiando el panorama financiero, puesto que al haber ciudadanos cada vez más mayores el perfil inversor general se está haciendo más conservador.

Invertir mirando de frente al riesgo

Mientras el ciclo económico, la inflación y la actuación de los bancos centrales sigan vigentes y en los mismos niveles (o similares) en los que están ahora, habrá que continuar estando posicionados de forma alcista en los activos de riesgo. Así lo cree Martínez, quien advierte que, en cuanto uno o dos de los factores no lo estén, se romperá este entorno. “El primer interrogante lo traerá la futura subida de tipos de la Fed. Los mercados descuentan que la subida será gradual y leve, pero la van a tener que digerir igualmente”, pone en contexto el gestor independiente.

Entre el universo de activos de riesgo invertibles, Esteban apuesta por la renta variable europea. “Tiene una senda de largo recorrido, pero no de crecimientos de dos dígitos como en anteriores etapas”, afirma el gestor de Alpha Plus. “Aunque la bolsa europea está más barata que la estadounidense por valoración, el parqué norteamericano tiene más ventajas competitivas que el europeo”, puntualiza sin embargo Churruca.