A menudo escuchamos que el mundo de la moda refleja, entre otras muchas cosas, el sentir colectivo. En esta línea, las tendencias constituirían una especie termómetro de los estados de ánimos de la sociedad.
No sé lo que pensaréis, pero yo comparto esta opinión y creo firmemente que ese tándem “moda-vida” existe.
¿Acaso el street style no es fruto de que diseñadores, trendsetters, estilistas y todo el elenco de la industria, ha comprendido que la moda no está hecha para las pasarelas sino para las calles?
Pero, aunque lo anterior pueda parecernos lógico, identificar con precisión los posibles nexos existentes entre lo que vestimos y lo que sentimos, puede llegar a ser una tarea muy compleja.
Interpretar la relación directa “malestar/euforia de la masa versus ropa/complementos más punteros” puede convertirse en todo un ejercicio de adivinación. Aunque si prestamos atención, enseguida nos damos cuenta de que se trata de un ejercicio muy extendido…
Oscar de la Renta nos sorprendió en la pasarela de Nueva York con una colección fuertemente marcada por el lujo y la exuberancia. Como era de esperar, la pompa del desfile fue interpretada como un desafío a la crisis. ¿Quería el modisto dominicano inundar nuestras retinas de abundancia para hacernos olvidar que los tiempos que corren no son precisamente fecundos?
De los últimos gritos de nuestras agitadas pasarelas, el retorno del espíritu militar ha sido uno de los que más ha llamado mi atención. Ya en febrero la Fashion Week de Londres anunciaba que los toques castrenses iban a convertirse en código estético de culto para hombres y mujeres. Nuestros creadores no se han andado con miramientos: desde las medias de rejilla hasta las botas de mosquetero pasando por las chaquetas de aviador y el más estricto de los camuflajes, todo es posible.
Lejos de querer entender si la opulencia de Oscar de la Renta era una llamada a la evasión de nuestras mentes o el look marcial responde a un posible deseo de combatir la crisis, si que me gustaría que nuestros lectores ingresaran en el ejército de las calles este otoño. No son necesarias las armas y el resultado sólo puede ser una victoria. Atrévanse con los botones metálicos, los cortes rectos, las grandes hebillas y las gafas de aviador. Además de conseguir una imagen con una deliciosa dosis de rebeldía y voluntad de cambio, estarán ustedes haciendo uso de la moda como mecanismo de respuesta. Lejos de ser meros consumidores, conseguirán que su indumentaria sea vehículo de expresión y, en definitiva, mucho más que un condimento.
*** Funds Fashion Tip:
Huir del “Total Look” y combinar los motivos militares con prendas sobrias y colores lisos. Os dejo una web en la que podéis mirar y contrar prendas de este estilo. http://www.net-a-porter.com/Shop/Search?keywords=army