Los 100 son los nuevos 80

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

El profesor Vaupel del instituto Max Planck, especialista en demografía, nos dio ayer buenas noticias en unas jornadas organizadas por Aviva y AFI. Bueno, más bien a los llamados millenials. Resulta que la frontera de la supervivencia humana sigue avanzando, tal y como lleva haciendo desde la segunda mitad del siglo XX. Si en 1953 un famoso experto se tuvo que comer su paper con patatas fritas ya que anunciaba al mundo que una expectativa de vida de 65 años era imposible justo en el momento en que Nueva Zelanda la alcanzaba, resulta que ahora vamos a por los 100, y no sólo en remotas islas griegas donde sólo comen yogur y pescado fresco, o en pueblecitos japoneses donde el té verde conjura para batir récords. Vamos, que va a ser lo normal. Si a eso unimos los esfuerzos denodados de transhumanistas y millonarios de Silicon Valley por alargar la fiesta aunque sea con partes biónicas, pues pónganse cómodos, y como recomendaba ayer Vaupel, háganse con una buena cultura, que lo de ver Sálvame hasta los 120 no es plan.

Ahora bien, lo que no se aclaró ayer es en qué planeta ocurrirá esto… A los directivos de Volkswagen dan ganas de mandarlos a un atolón polinesio para que vean lo divertido que puede ser el cambio climático y comprueben la injusticia de un fenómeno en el que pagarán justos por pecadores. El mundo y sus paradojas, vuelve Tsipras y el mercado le saluda sin dramatismo, y un día ves que todo esta rojo y resulta que la culpa la tiene una empresa sólida, fiable, alemana, vamos un pleonasmo.

Y mientras la prensa alemana se preguntaba si el made in Germany se verá afectado, Martin Winterkorn renunciaba como CEO. Primera pieza en caer, auguran. Unos aplauden su sentido de la responsabilidad, nosotras sus espaldas bien cubiertas con una indemnización de al menos 28,7 millones de euros según Bloomberg. Merkel ya ha llamado a consultas para defender la reputación de otras compañías del país y de paso sus cotizaciones.

Para tu tranquilidad, Angela, los consumidores, al igual que los votantes, tenemos memoria de corto plazo. Ahí está Bayer que en 2001 sacó un fármaco para el colesterol con efectos secundarios perjudiciales y es hoy la primera empresa por capitalización de Alemania. Por no hablar de Siemens en 2006, Daimler en 2010 o la propia Volskwagen en 2008, salpicadas descaradamente por escándalos de corrupción y soborno. El cierre de los negocios, como las fábricas de salchichas…

Pero hoy los mercados se despertaban con otro, finalmente efímero, estado de ánimo tras un IFO alemán que superaba ligeramente las expectativas, debido a la confianza que sobre el futuro tienen los grandes empresarios. Porque aunque los mercados no estén dando tregua, las macros de Europa y EE.UU. indican que la recuperación se mantiene. Por ahora. Porque las dudas son, y así está la cosa de fea, cuánto dolerá la bofetada de una economía china que sigue dando señales de enfriamiento capitaneando las horas bajas de los emergentes. Brasil a la cabeza: rebajada su deuda a bono basura por parte de S&P, esta semana el real caía a mínimos de todos los tiempos frente al dólar.

Pero miremos bien el vaso. Los turistas chinos siguen con ganas de conocer mundo y su gobierno con ganas de colaborar, en general. Así lo ha manifestado Xi Jinping, Presidente de la República de China, que esta semana está de viaje por EE.UU. para prometer mayor cooperación empresarial con las entidades americanas y facilitarles el acceso a la inversión en su país, trabajando sobre todo en frenar la guerra cibernética. En fin, señores, hay lugar para la esperanza en un futuro en manos de ese ciudadano chino que mañana será de clase media. Eso viene a decir en Bloomberg Li Wei, presidente del Centro de Investigación y Desarrollo del Consejo de Estado de la República. Estamos ante esa nueva especie humana que será capaz de digerir gran parte de lo que el mundo produce impulsando, además, el crecimiento en su país.

Más de buen rollo sin salir de Asia. Abe, el Primer Ministro de Japón ha anunciado que ya “casi casi” han vencido a la deflación, mientras anuncia que aplicará medidas de carácter social, centradas en aumentar la natalidad y reducir el envejecimiento, para aumentar el PIB un 22,5%. Y contra todo pronóstico la selección nipona de rugby venció a Sudáfrica. Están que se salen. ¡A por los 140, millenials japoneses!

Nos vemos la semana que viene. Personalmente esperamos que no haya más fronteras. Quédense, y hacemos merienda cena.

Buena semana,