Rajeev De Mello, responsable de renta fija asiática de Schroders
Para Rajeev De Mello, responsable de renta fija asiática de Schroders, los bonos asiáticos son una opción atractiva para conseguir rentabilidades absolutas en estos momentos en los que se busca generar retornos positivos sin tener en cuenta las condiciones del mercado. En su opinión, se debe recordar que tras la volatilidad extrema que han vivido los mercados, muchos inversores se están centrado en la rentabilidad absoluta.
Para De Mello, el mercado de bonos asiáticos está compuesto fundamentalmente por países con una calificación crediticia elevada. Singapur y Hong Kong, por ejemplo, tienen la triple A que concede la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor’s. Al mismo tiempo, las reservas de divisas que atesoran los países de la región de Asia menos Japón rondan los 5 billones de dólares, lo que proporciona un considerable colchón para los inversores extranjeros.
Los bonos emergentes combinan el doble atractivo de altos cupones y divisa fuerte. "Cuando se invierte en bonos asiáticos en divisa local, el inversor no sólo se beneficia de sus generosos rendimientos (actualmente promedian un 4% aproximadamente en el índice asiático) y de su revalorización, sino también de la ventaja adicional que supone la apreciación de las divisas", explican desde Schroders.
A la vista de que el crecimiento será débil y que la inflación está tocando techo, las expectativas de subidas de los tipos de interés (que serían negativas para los bonos) en Asia se han reducido, mientras que las divisas parecen infravaloradas.