Los cambios que han introducido los hedge funds tras el caso Gamestop

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Foto: Marsmet546, Flickr, Creative Commons

Según datos de HFR, la industria de hedge funds alcanzó en 2020 los 3,6 billones de dólares bajo gestión. En el último trimestre, el patrimonio aumentó en 290.000 millones, la mayor subida en su historia. El sector capeó con éxito la agitación política, social y económica provocada por la pandemia y la rentabilidad se acercó al 12%, el mayor aumento desde el apogeo de la crisis financiera mundial en 2009. 

Sin embargo, en 2020, debido al impacto económico y regional del COVID-19, la diferencia de rentabilidades entre hedge funds no tiene precedentes. De hecho, en medio de la pandemia, el mayor desafío para estos productos ha sido la dispersión y dislocaciones de precios, así como la divergencia entre clases de activos y regiones, incluso con resultados contrarios a las expectativas de los inversores.

Tal y como explican en una conferencia de prensa Heinrich Merz, director de hedge funds y Nicolas Campiche, consejero delegado de Pictet Alternative Advisors, en esta crisis los humanos han batido a las máquinas. “La aceleración tecnológica ha provocado un renacer de la gestión activa y los hedge funds discrecionales basados en fundamentales se han comportado mejor que los cuantitativos”, subrayan.

Los humanos baten a las máquinas

Efectivamente, los gestores de estrategias macro discrecional se anticiparon a la crisis, mientras que los cuantitativos sistemáticos no fueron capaces de prever el impacto.  En la base de este éxito está la singularidad de lo sucedido. “Los sistemas automatizados se han encontrado ante una situación sin precedentes, nunca experimentada, que los ha puesto en dificultades”. 

Por el contrario, los gestores discrecionales han sido capaces de aprovechar al máximo el contexto macroeconómico, con amplia adopción de la tecnología, verdadera tendencia ganadora de la pandemia. “Hemos sido testigos de una adopción muy rápida y sin precedentes de sistemas y algoritmos. Con ello se buscaba perfeccionar la precisión de los análisis en la gestión activa”, afirman.

Los datos y la inteligencia artificial se están integrando en los procesos de inversión en un grado cada vez mayor. Ahora es muy raro encontrar un hedge fund, incluso tradicionales long/short, que no haya implantado y contratado datos científicos.

Los cambios introducidos tras lo ocurrido con Gamestop

Gamestop fue este año centro de una pugna entre un numeroso grupo de pequeños inversores organizados en la red social Reddit, orquestadora de una compra masiva de acciones, que provocó pérdidas de miles de millones de dólares a hedge funds con posiciones cortas. Fue posible por el fácil acceso a operaciones desde el teléfono móvil y apps de negociación, con comisiones muy bajas. 

“Es previsiblemente que este movimiento se modere, aunque no vaya a desaparecer en los próximos años. El caso es que algunos hedge funds se vieron sorprendidos con sus posiciones cortas sobre el valor. Una de las consecuencias ha sido que ha aumentado el grado de diversificación en las posiciones cortas en las carteras de los gestores, así como el peso relativo de las posiciones cortas”, revelan.

El caso es que no hay sustituto para la buena diligencia debida y entender cómo los gestores controlan el riesgo. “Actualmente, algunos proveedores de servicios escanean sistemáticamente las redes sociales para detectar acciones en boga, lo que facilita incorporarlo a los sistemas de riesgo. De hecho, muchos gestores monitorizan el nivel de posiciones cortas en comparación con la capitalización de mercado de las correspondientes empresas. El objetivo: detectar signos tempranos”, concluyen.