“Los comentarios de la Fed han generado oportunidades en high yield americano y de mercados emergentes”

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jessie owen, flickr, Creative Commons

A mediados de mayo, la Reserva Federal estadounidense anunció que podría empezar a limitar las medidas extraordinarias de liquidez a finales de 2013 si la economía estadounidense seguía mostrando signos de mejora. La noticia provocó una oleada de ventas masivas tanto en renta fija como variable y un importante repunte de la volatilidad.

En las cinco semanas posteriores a las declaraciones de la Fed, el tipo de interés de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años sumó 100 puntos básicos, lo que unido al descenso de tasa de inflación implícita, devolvió los tipos reales a niveles positivos (cerca del 0,50%) por primera vez desde 2011. Aunque el ajuste fue más brusco de lo esperado, se trata de un primer paso hacia la deseable normalización de los tipos de interés”, explicó durante un reciente encuentro con periodistas Pascale Auclair, directora gerente de La Française des Placements, la división de La Française AM a cargo de la gestión tradicional de activos. “No obstante, el crecimiento económico de Estados Unidos sigue por debajo de sus niveles óptimos y podría ralentizarse de aquí a final de año por el descenso de las exportaciones y por los ajustes presupuestarios, así que no esperamos subidas de tipos muy marcadas”.

La renta fija corporativa también reaccionó ante los comentarios de la Fed y la prima de riesgo de la deuda de alta rentabilidad, o high yield, se disparó unos 100 puntos básicos, algo que Auclair no ve justificado. “Teniendo en cuenta el entorno económico estadounidense, no anticipamos un deterioro importante de los fundamentales de los emisores, así que hemos aprovechado la oportunidad generada por las ventas recientes para invertir en deuda high yield estadounidense, sobre todo de calidad BB, que vuelve a ofrecer un interesante perfil de rentabilidad-riesgo”.

Deuda emergente, la más golpeada

Una de las clases de activos más afectada por el anuncio del posible fin de la expansión cuantitativa fue la deuda de mercados emergentes, algo que se vio claramente reflejado en el J.P. Morgan EMBI Global, el índice que registra la rentabilidad total de los instrumentos de deuda externa de mercados emergentes, que se dejó un 11% conforme el tipo de interés del bono estadounidense a diez años ganaba 94 puntos básicos.

Auclair destaca que “a pesar de las noticias negativas y de la desaceleración económica observada últimamente, los fundamentales de la deuda emergente siguen siendo buenos y estamos reforzando de forma selectiva nuestras posiciones en esta clase de activos. Los diferenciales de la deuda high yield sobre el grado de inversión se han vuelto a situar en niveles de junio de 2012, una prima de riesgo atractiva teniendo en cuenta los fundamentales”.

Lenta recuperación europea

En Europa, los tipos de interés de los bonos gubernamentales, que se habían reducido drásticamente gracias al respaldo explícito del BCE, repuntaron a causa de la volatilidad generada por los comentarios de la Fed. Para Auclair, “la subida de tipos de los bonos europeos parece excesiva teniendo en cuenta el actual ciclo económico y monetario, lo que puede generar buenas oportunidades de compra. Cabe destacar que los tipos de la deuda periférica no se han visto especialmente afectados por las subidas, algo que atribuimos, entre otros factores, a que el programa OMT del BCE ha conseguido mejorar las perspectivas de la parte corta e intermedia de las curvas de tipos de países periféricos. En nuestra opinión, el tramo a cinco años es el que ofrece el mejor potencial”.

En cuanto al riesgo de inflación, la experta explica que “las previsiones de inflación para Europa se mantienen estables y por debajo del objetivo del 2%. Además, la inflación implícita sigue reduciéndose como reflejo de la desaceleración económica. Aunque a largo plazo esta situación corre el riesgo de provocar deflación, a corto plazo supone una mejora del poder adquisitivo que podría estimular el consumo interno y fomentar la recuperación económica, como ya ocurrió en 2009”.