Los dos secretos mejor guardados de Baillie Gifford

Stuart Dunbar (Baillie Gifford)
Foto: cedida por Baillie Gifford.

El éxito del Baillie Gifford Long Term Global Growth Fund ha elevado a la gestora escocesa a toda una referencia en la industria de la gestión de activos en el segmento de renta variable growth. Su buque insignia ha brillado por la solidez de su rendimiento a largo plazo, situándose en el primer cuartil de su categoría a cinco años. De hecho, es un fondo blockbuster en el mercado español.

Pero la gestora no es casa de un único fondo estrella. El equipo de Análisis de FundsPeople ha otorgado el Rating FundsPeople 2023 a dos fondos más de la casa, el Baillie Gifford Worldwide Global Income Growth Fund y el Baillie Gifford Worldwide China A Shares Growth Fund. Ambos destacan por la consistencia de sus resultados ajustados al riesgo a largo plazo y sin embargo, las versiones de estos fondos domiciliadas en Irlanda y comercializadas en España aún cuentan con un patrimonio humilde. El primero tiene 40 millones de euros mientras que el segundo tiene 46 millones.

Una versión menos agresiva

Los dos beben de la misma filosofía de análisis fundamental propio que caracteriza el ADN de Baillie Gifford. No obstante, hay algunas diferencias con el mítico Baillie Gifford Long Term Global Growth Fund.

El Worldwide Global Income Growth Fund podría definirse como una versión menos agresiva del Long Term Global Growth Fund. De hecho, es el papel que está jugando en las carteras de varios inversores institucionales. Y es que el Long Term Global Growth Fund busca las compañías con mayor potencial de crecimiento del mundo y construye una posición concentrada en ellas. Esto implica que en ocasiones la volatilidad es mayor porque para capturar el máximo de ese recorrido de crecimiento no dudarán en entrar en una fase temprana del negocio. Una volatilidad que no todo inversor puede asumir, por mucho que finalmente la rentabilidad a largo plazo sea jugosa.

La cartera del Worldwide Global Income Growth Fund parte de la misma premisa en el análisis fundamental, pero con una volatilidad más fácil de digerir”, nos explica Stuart Dunbar, socio de la gestora. De hecho, en entornos más risk off como están siendo estos últimos años, han mostrado ser más resilientes. Por ejemplo, la corrección en 2022 fue mucho menor que la caída sufrida por el Long Term Global Growth Fund y la rentabilidad anualizada a tres años es superior que la del buque insignia de la casa.

Análisis a lo Baillie Gifford en China A Shares

En cuanto al Baillie Gifford Worldwide China A Shares Growth Fund, es el estilo Baillie Gifford aplicado a la renta variable china. Hace cinco años la gestora escocesa vio la oportunidad para aplicar su proceso de selección de compañías al mercado A shares de China. Así, decidieron abrir una oficina en Shanghái. Dos gestores consolidados, Linda Lin y Douglas McDougall, se trasladaron para cimentar las bases de la cultura Baillie, aunque el equipo ha ido creciendo con profesionales locales.

A tres años el fondo se sitúa en el primer cuartil de su categoría con una rentabilidad anualizada del 8,63%. Destaca sobre todo su primer año tras el lanzamiento en 2019. En 2020 cerraron el año en el primer puesto por rentabilidad con un retorno del 75%. Casi el doble que la media de su categoría.

En este caso, el nivel de adaptación del proceso de inversión es mayor, como es natural, teniendo en cuenta las idiosincrasias de un mercado como es el chino. Como bien apunta Dunbar, invertir en acciones chinas requiere ser conscientes de las líneas de crecimiento que se marcan desde la política y cómo influye en las compañías. Por ejemplo, un error en cartera fue su inversión en TAL Education. La plataforma de formación online era de los líderes de su sector hasta que el gobierno chino directamente prohibió ese tipo de negocios por considerar que generaban situaciones de desigualdad.