Los ETF aceleran en la carrera de la sostenibilidad, pero aún falta para llegar a la línea de meta

Juan Andrés Mateo (CaixaBank AM) también reclama una mayor oferta de producto sostenible. “Con las nuevas reglas de MiFID, quizás algunos índices que considerábamos totalmente sostenibles ya no lo sean tanto, además habrá que darle alguna vuelta a la creación de productos con tracking error relativamente bajo, es decir, que no haya que acudir a temáticas”, señala.

“Los ETF que siguen el cambio climático o energías limpias seguramente sean 100% sostenibles. Puedes enfocarlo de esta manera, asumiendo los diferentes sesgos que pueden representar, pero es más complicado hacerlo si buscas estrategias más core de las carteras”, añade.

Marta Pérez Cogollos, responsable de Selección y Ejecución de GMAS España de Santander Asset Management, coincide en la relevancia de contar con un tracking error bajo en la labor de asset allocation, si bien cree que para el inversor final no tiene por qué ser un factor tan importante.

En este caso, en opinión de Pérez Cogollos, el principal reto es conseguir que cale el mensaje de que la inversión sostenible ofrece oportunidades de crecimiento reales a largo plazo.

“Y al mismo tiempo, que el inversor final comprenda, sobre todo si su apuesta obedece a un verdadero convencimiento en la materia, que para estas empresas resulta muy útil que se invierta en ellas porque supone un espaldarazo del mercado de capitales a sus proyectos sostenibles, y también les da credibilidad”, sostiene.

Volviendo a la oferta de producto, la responsable de Santander AM indica que la combinación de varias estrategias con tracking error más elevado permite ofrecer una alternativa más diversificada a un inversor final y “probablemente, sea una inversión que aguante más a largo plazo”.

“La industria de los ETF está muy bien diversificada. La oferta es cada vez mayor, así como su granularidad. Abarcan diferentes temáticas -como la sostenibilidad-, factores y regiones”, destaca Álvaro de la Rosa Villalba, selector de fondos y gestor de carteras de Abante Asesores, quien piensa que las gestoras de ETF tienen una ventaja competitiva versus los fondos a la hora de lanzar productos de temáticas innovadoras. 

“El porcentaje de activos invertidos en estos instrumentos va ganando peso frente a los fondos de inversión tradicional, incluso ya se pueden encontrar algunos ETF de pura gestión activa, sobre todo en EE.UU.”, añade.

En este sentido, De la Rosa no ve demasiados problemas en la oferta de producto. “Por capacidad, Abante es capaz de acceder a la gran mayoría de ETF, si bien no nos sentimos tan cómodos invirtiendo en aquellos que son más novedosos y que se acaban de lanzar al mercado, por una cuestión de tamaño y liquidez, pero solo necesitan tiempo”.

Para responder al desafío del tamaño de los ETF sostenibles, Pedro Santuy Bardón, director de ventas de ETF e indexados de BNP Paribas Asset Management, defiende que las gestoras nacionales deberían integrar las temáticas de inversión en sus fondos multiactivos generales, “porque diversifica el riesgo de la cartera y puede proporcionar un retorno superior a igualdad de volatilidad”.

Respecto a la oferta, Santuy detalla que en la gama de gestión pasiva de BNP Paribas AM -que incluye ETF, fondos, índices y mandatos- el 87% de los productos son Artículo 8 o 9 y la vocación de la entidad es seguir progresando en esta línea.

“Recientemente lanzamos un fondo de biodiversidad. También promovemos otras temáticas como las infraestructuras ASG o el hidrógeno verde. Integrar varias ideas dentro de una cartera puede permitir un mayor retorno a largo plazo y control de riesgo de las inversiones”, defiende.

Pero el compromiso de BNP Paribas AM con la sostenibilidad va más allá de la gestión pasiva y de la inversión, también implica una involucración activa con las empresas. “Somos muy activos votando en las juntas de accionistas y tenemos una relación directa con las compañías, para ayudarles a mejorar y a que cumplan ciertos estándares”, apunta.