Los factores detrás del último rally del petróleo y razones para creer que no se alargará

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Foto: Cebolledo, Flickr, Creative Commons

Poco a poco, el petróleo ha vuelto a ganarse un hueco en la agenda mediática. El crudo ha experimentado un rally, especialmente desde el verano, que ha llevado al Brent (de referencia en Europa), a subir más del 10% en el año y recobrar niveles inéditos desde junio de 2015. El West Texas Intermediate (de referencia en EE.UU.) ha avanzado un 5,26% en 2017. Es igualmente significativo que tanto Brent como West Texas rebotan sendos 37,72% y 24,5% desde sus mínimos anuales, registrados a finales del mes de junio (todos son datos de Bloomberg).

¿Qué factores hay detrás de este comportamiento? Desde Legg Mason Global AM destacan las novedades recientes en Arabia Saudí, donde se ha vivido una campaña anti corrupción que ha incluido el arresto de destacados empresarios y miembros de la familia real. Esta acción “ha añadido una dosis extra de incertidumbre a los mercados globales de petróleo”, según expertos de la firma. Según observadores internacionales, la campaña reforzará el poder de Mohammed bin Salman, príncipe heredero de la monarquía saudí.

“A diferencia del pasado, en esta ocasión este ajuste en el equilibrio se produjo a la vista de todos; entre los detenidos estaba el príncipe Alwaleed bin Talal, una de las personas más ricas del mundo e inversor comprometido activamente con compañías de alto perfil, incluyendo Citigroup, News Corp y Twitter”, destacan desde la gestora. Sus analistas comentan paralelamente que “no ha habido ningún cambio en la política del país hacia las exportaciones de petróleo o el comercio global”. La conclusión a la que llegan es que “el nuevo liderazgo ha aumentado significativamente su retórica y acciones anti- Irán, lo que podría embrollar al mercado global de petróleo con políticas regionales, con resultados impredecibles”.

Para Bastien Drut, estratega de Amundi, las tensiones geopolíticas en Oriente Medio son sólo uno de los factores que han impulsado la escalada de los precios. Añade a éstos el hecho de que la OPEP – junto con Rusia y otros nueve países productores- decidiera extender su recorte en la producción de marzo a finales de 2018, así como el hecho de que EE.UU. y la eurozona han publicado datos económicos mejores de lo esperado.

Dicho esto, Drut descarta que el rally dure mucho más en el tiempo. Cita el último informe publicado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en el que la entidad afirmaba que EE.UU. está a punto de convertirse en “líder indisputado en la producción de gas y petróleo”. Este informe también resalta que el incremento en la producción de oro negro registrado en el país entre 2010 y 2025 “no tendrá precedentes históricos”, y de hecho cree que superará al crecimiento que registró la propia Arabia Saudí durante los años del auge de los petrodólares (1966-1981). El analista añade que el Departamento estadounidense de Energía prevé un crecimiento fuerte de la producción de petróleo en los próximos meses, lo que mantendrá los precios bajo control en un contexto en el que “en ningún caso Arabia Saudí ha dado noticias de que no quiere que los precios suban demasiado”.

Un comportamiento inusual

El experto destaca en segundo lugar que el rally del petróleo no ha estado acompañado de una depreciación del dólar, y de hecho lo califica como “un verdadero cambio en el paradigma de las correlaciones”, pues petróleo y dólar han mantenido una correlación inversa en los últimos 15 años. “Hoy ya no es tanto el caso, porque EE.UU. ha pasado de ser importador neto de petróleo a una situación en la que será exportador neto (la AIE espera que esto suceda en 2027)”, indica Drut. Así, explica que, desde principios de septiembre, dólar y petróleo han subido, hasta el punto de que actualmente la correlación entre el par euro/dólar y el precio del crudo está cercana a cero. “Incluso la correlación del par dólar/dólar canadiense y el precio del petróleo está mucho más baja que durante la década anterior”, resalta el experto.

Petroleo_Amundi

¿Qué está guiando entonces el comportamiento del billete verde? Para el analista de Amundi, “las expectativas de tipos de la Fed se han convertido recientemente en el motor más decisivo del dólar”. Esto se debe a que, al prever la Fed un nivel un poco más alto de los tipos, “el dólar tiene un poco más de potencial alcista”.

También se ha fijado en esta inusual desconexión entre petróleo y divisas asociadas a materas primas Céline Renucci, analista de AXA IM. Ésta aporta un gráfico en el que se puede constatar lo que califica como “caída significativa” de las correlaciones. Así, detalla que “el vínculo entre dólar canadiense y petróleo ha caído abruptamente en 2017, debido principalmente al creciente papel de la política monetaria, y más notablemente por la reacción ante la primera subida de tipos del Banco de Canadá desde 2010, que se produjo en julio”.

Petroleo_AXAEn el caso de la corona noruega, cree que la explicación se debe a que “un crecimiento más fuerte de lo esperado ha impulsado a la divisa, ayudando a reducir su vulnerabilidad a los movimientos del precio del crudo”. Renucci considera que esta inusual divergencia podría interpretarse como “una desconexión temporal”, por lo que cree que podría verse pronto un cambio de comportamiento.

La última divisa que cita la experta es el dólar australiano; en este caso, afirma que “hay buenas razones para mantener una posición corta”, dado que el tipo de cambio nominal ha experimentado una caída del 2% en el mes y del 1,4% en el año. “La composición de los flujos demuestra que esta depreciación es especulativa, pero también más estructural, porque la tendencia a la baja también parte del dinero real (fondos de pensiones, aseguradoras, gestoras de fondos)”, explica la experta.

Volviendo al dólar, el analista de Amundi cree que su reciente rally será positivo para el BCE y la Fed. Esto es debido a que hoy el precio del barril es un 20% superior a las últimas previsiones publicadas por el BCE, mientras que el euro se ha mantenido estable. “Esto podría llevar a una revisión de las previsiones de inflación del BCE en diciembre”, indica. En el caso de la Fed, el efecto base de la subida del petróleo “durará durante varios meses”; si se combina con la reciente subida hasta el 1,8% del IPC, después de cinco meses sin cambios, “debería hacer que los miembros del FOMC se sientan más confiados con su previsión para la inflación”, concluye Drut.