Los fondos ilíquidos se reivindican en tiempos de coronavirus

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En los últimos tiempos han ganando más peso en las carteras de los clientes, especialmente de banca privada, los fondos íliquidos o cerrados. Un vehículo con horizonte de largo plazo cuya diferencia principal con el resto de fondos disponibles en el mercado es la ausencia de un valor liquidativo diario que mida su rentabilidad día a día.

Sin duda, una clara ventaja en tiempos de coronavirus, donde la volatilidad del mercado provoca reacciones en los inversores que se materializan, principalmente, en forma de reembolsos. En estos momentos, destaca Miguel Zurita, Managing Partner y co-Chief Investment Officer de Altamar Capital Partners, “ser un fondo íliquido claramente es algo bueno, ya que nos aísla de la volatilidad de los mercados y de reacciones de miedo o provocadas por órdenes automatizadas”.

Para Alejandro Sarrate, socio fundador de MCH Investment Strategies, esta situación supone una clara ventaja por varias razones. “Al ser cerrado el fondo no sufrirá reembolsos que le obliguen a vender activos a derribo”, subraya. Por otro lado, considera que al invertir paulatinamente, “un programa bien diversificado en añadas podrá beneficiarse de los momentos de pánico, utilizando parte de los compromisos sin invertir para seguir comprando compañías en valoraciones más bajas”.

En este sentido, Sarrate establece diferencias entre los fondos cerrados y los fondos abiertos con subyacentes ilíquidos o semilíquidos donde, según como esté estructurado el fondo, este escenario puede suponer un beneficio o un perjuicio. En su opinión, “la clave consiste en que la iliquidez de los activos subyacentes esté bien casada con las ventanas de liquidez del vehículo”.

Además de no verse expuestos a ventas forzadas, ni a los vaivenes de la percepción de riesgo a corto plazo que tanto hacen sufrir a las inversiones en activos financieros líquidos, desde EBN Capital afirman que momentos tan convulsos de mercado son una ventaja enorme porque sus gestores son “privilegiados compradores en un entorno en el que los que sufren son los vendedores”.

Adrián Rubio García, responsible for Corporate & Business Development de Arcano Asset Management, piensa que todo depende de la perspectiva con la que se mire. Como inversor, beneficia que se le impida tomar decisiones irracionales y dejar al gestor tomar decisiones. Eso si, recuerda que en caso de que el inversor necesite liquidez, si se pudiera dar, sería con un cierto descuento con respecto a la valoración.

Para los gestores, cree que las carteras se van a resentir, aunque en menor medida que las acciones cotizadas, pero se abre una etapa interesante ya que se generarán oportunidades de compra.

Reputación

Zurita confía en que este tipo de fondos salgan reforzados de esta crisis. “Tenemos la experiencia de crisis anteriores donde pese a verse negativamente afectados, su volatilidad fue menor y el outperformance mayor que otras alternativas de inversión”, apunta. Considera que hay que ser muy cautos porque todavía no se conoce el alcance de esta crisis pero esperan que el impacto en su cartera será menor del que están sufriendo los activos líquidos y cotizados.

Por otro lado, señala que “la gestión activa de los gestores de los fondos y la capacidad de los fondos de aportar recursos a sus empresas participadas, nos permiten pensar que se podrán paliar algunos de los efectos negativos que va a tener esta crisis tanto por las disrupciones de mercado a corto plazo, como por el impacto negativo en el crecimiento económico a medio y largo plazo”.

En EBN Capital confían en que la correcta asignación de activos líquidos e ilíquidos demuestre una vez más las propiedades tan beneficiosas de estos últimos. “Sin duda la actuación sincronizada de los grandes bancos centrales garantiza un escenario de nula o negativa rentabilidad en renta fija durante un largo período de tiempo”, reflexionan. “Nuestro mantra es que buscamos la mejor propuesta de rentabilidad riesgo, en un entorno en el que la liquidez es una materia prima y muy abundante”, añaden.

“Es en estos momentos cuando se ve la robustez de las carteras y esperemos que todo el esfuerzo que hemos puesto estos años en construir las carteras se vea recompensado”, determina Rubio García de Arcano AM.

El área de Productos de Banca March resalta que “los fondos íliquidos están a salvo inicialmente de las grandes caídas que hemos visto estos últimos días en los mercados líquidos”. Sin embargo, piensan que “el impacto en la economía real de la paralización que estamos viviendo será muy tangible en los próximos meses, se trasladará a valoraciones y precios de activos y compañías no cotizadas, y por tanto a la evolución de los activos”. En su opinión, el quedar aislados de los vaivenes del mercado líquido y tener un componente de riesgo mucho más concreto, les permite que los impactos de los movimientos del mercado líquido sean suavizados, tanto al alza como a la baja.

La banca privada, muy activa en la propuesta de este tipo de vehículos, señala que los inversores que participan de este tipo de proyectos son conocedores de los riesgos, plazos e iliquidez que entrañan desde el momento de entrada.

Por su parte, Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada, indica que este tipo de fondos suelen aguantar bien el primer golpe, pero si la situación se extiende en el tiempo las cosas cambian. “El ser ilíquido se convierte en un problema, porque se ven menos afectados por el mark-to-to market, pero en general, más pro el deterioro de la economía real y su iliquidez”, razona.