Según Rajeev de Mello, director de Inversiones en Asia de Western Asset, filial de Legg Mason
"Los inversores están subestimando las oportunidades que brindan los mercados de bonos asiáticos en moneda local", según Rajeev de Mello, director de Inversiones en Asia de Western Asset Management, filial de Legg Mason. Para De Mello, el mercado de bonos asiáticos en moneda local es actualmente el doble que el que representa el mercado de bonos británico y se ha situado como el cuarto mayor mercado de bonos del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos, la eurozona y Japón. A pesar de ello, pocos inversores se han cerciorado de la importante transformación que han sufrido esta clase de activos. "De hecho, las continuas mejoras en los factores económicos han elevado la calificación de la deuda soberana de la mayor parte de las regiones”, afirma De Mello.
Según Western Asset Management, Asia ofrece a los inversores la oportunidad de lograr mayores rendimientos en países como Indonesia y Filipinas cuya calificación es inferior a la del grado de inversión. Del mismo modo, De Mello explica que “numerosos inversores perciben los mercados locales de bonos del estado asiáticos como un tipo de activos homogéneo pero, en realidad, sus rendimientos, los diversos factores que generan su rentabilidad y su volatilidad son muy diferentes entre los distintos países de la región, lo que diversifica las oportunidades de inversión”.
Western sugiere que esta clase de activos ofrece a los inversores una interesante relación rentabilidad/riesgo frente a otros sectores del universo global de renta fija, como el de deuda en divisas de mercados emergentes en moneda no local o el de bonos globales de alto rendimiento. Y, a pesar de que los bonos asiáticos han generado altas rentabilidades durante el pasado año, siguen ofreciendo un potencial atractivo comparados con los de otras regiones.
Además, la mejor gestión de las economías nacionales por parte de sus gobiernos y el haber logrado una política monetaria más disciplinada a través de la amplia adopción de objetivos de inflación han ayudado a estos países a reducir la volatilidad del mercado de bonos en Asia.
Las divisas, en su justa medida
Para la gestora, la posible apreciación de las divisas es uno de los aspectos que hacen más atractiva esta clase de activos para los inversores extranjeros. De hecho, el aumento de la productividad que está impulsando el crecimiento económico de la región es uno de los motores de la apreciación estructural de las divisas asiáticas, lo que a su vez generará un mayor rendimiento para los inversores de otros países. “Asimismo, es probable que la reciente noticia sobre el cambio en la política monetaria china, permitiendo una apreciación gradual del yuan, desencadene la apreciación de gran parte de las divisas asiáticas, mejorando así las perspectivas para el mercado de divisas en su conjunto”, argumenta Rajeev de Mello.
Sin embargo, los inversores no deben llegar a la conclusión de que el rendimiento de los bonos asiáticos está condicionado en gran medida por el rendimiento de las divisas. “El rendimiento de los bonos ha sido, con mucha diferencia, el mayor impulsor en los últimos años; el rendimiento de las divisas sólo ha servido para incrementar aún más esas ganancias.”
De Mello considera que las emisiones de bonos en divisas locales por parte de los gobiernos han aumentado significativamente durante la última década. Aunque el desarrollo de los mercados de bonos empezó desde un punto muy bajo en algunos países, la ampliación de las emisiones de bonos fue impulsado por factores tales como el fuerte crecimiento económico y, más recientemente, el aumento del suministro para financiar los programas de estímulo económico durante la crisis crediticia global.
“Teniendo en cuenta que la región apenas está representada en los índices de bonos globales y, por lo tanto, tiene poca presencia en las carteras de bonos globales que toman estos índices como referencia, los fondos de bonos asiáticos más especializados son un buen punto de partida para aquellos inversores que quieran asignar una parte de su cartera a esta clase de activos”, concluye De Mello.