Se acerca diciembre y, como cada año por estas mismas fechas, muchos ahorradores buscan alternativas de inversión en planes de pensiones donde destinar su ahorro para la jubilación. Normalmente, las grandes campañas comerciales de entidades bancarias atraen la atención de estos ahorradores, promociones donde el reclamo suele ser un regalo material o una bonificación dineraria. Pero, desde las entidades independientes, la labor de formación financiera y de advertencia sobre una decisión errónea de contratación es intensa y creciente. Y es que, en planes de pensiones, seguir a la masa no siempre conduce al partícipe a lograr sus objetivos para el retiro. De hecho, en muchas de las ocasiones lo aleja de ellos.
Así lo pone de manifiesto un breve estudio comparativo realizado por Abante. Si se toman en cuenta las seis categorías de activos en planes de pensiones que recoge Inverco y se compara para cada una de ellas la rentabilidad anualizada a cinco años de los diez planes más grandes y de los diez planes más rentables en España, las diferencias de rendimiento entre unos y otros son más que notables. En ningún caso la rentabilidad media anualizada de los diez mayores productos en el último lustro es negativa, pero sí arroja brechas de rendimiento de entre 160 puntos básicos en el caso de la renta fija a corto plazo y 547 puntos básicos en el de la renta variable a favor de los diez productos más rentables.
Estas brechas son de 192 puntos básicos en la renta fija a largo plazo, de 199 puntos en la renta variable mixta, de 274 puntos en los productos garantizados y de 333 puntos en la renta fija mixta, según el estudio de Abante. De estos datos extrae Ángel Olea, director de Inversiones de la boutique, la conclusión de que los mayores planes -o, lo que es lo mismo, los más comercializados por las redes bancarias- no tienen por qué garantizar los mejores resultados a los partícipes preocupados por su retiro.
Ahorrar mejor, pero ahorrar
Pero más importante aún que elegir bien el producto -de corte bancario o independiente- donde depositar el ahorro finalista, es tener conciencia de que uno necesita ahorrar por la vía privada para complementar la futura pensión pública. “Las recetas de éxito de anteriores generaciones ante la jubilación ya no sirven. A partir de ahora tendremos vidas más largas, con más salud y con un estilo de vida más caro, pero con menos recursos”, prevé Belén Alarcón, directora de Asesoramiento Patrimonial de Abante.
A este respecto, las previsiones no dejan lugar a dudas sobre esta necesidad. El 90% de los españoles llega a la jubilación, siendo aún los 65 años la edad en la que piensan jubilarse. Además, España es el segundo país del mundo más longevo, solamente superado por Japón. De media, los españoles viven entre 20 y 25 años tras jubilarse y, de partida, las mujeres tienen una esperanza de vida cinco años mayor que los hombres, resume Alarcón.
Debido a este contexto demográfico y a la fragilidad financiera de la Seguridad Social y de su Fondo de Reserva, cada vez más menguante, el Ministerio de Economía ha puesto en audiencia pública hasta el próximo 4 de diciembre el proyecto de real decreto que reformará el actual Reglamento de Fondos y Planes de Pensiones. Entre sus objetivos se encuentra la reducción de las comisiones máximas de gestión y depósito de los mismos y la dotación de liquidez a los diez años desde la aportación, a partir de 2025, para fomentar su contratación. No obstante, Olea considera que “estas medidas posiblemente ayuden un poco a incentivarlos, sobre todo por la reducción de comisiones en los planes más conservadores, pero en general no van a cambiar la estructura de ahorro a los españoles”. A su juicio, “no todo es cuestión de precio en el proceso de decisión de inversión”, y pone de ejemplo los fondos de fondos de Abante, en los cuales se toman posiciones en fondos y gestores con una alta comisión de gestión cuando éstos baten consistentemente a los índices y sus competidores y maximizan de sobra esa comisión.
