Los inversores están tomando nota de lo que sucede en el mundo y reduciendo el riesgo de burbujas y de una asignación de activos equivocada típicamente asociada a los colapsos en los mercados. Análisis de J.P.Morgan AM, Fidelity y Natixis Global AM.
Las tensiones geopolíticas y la incertidumbre sobre la política monetaria han dominado los titulares últimamente, lo que ha provocado que vuelva la volatilidad a los mercados. Entre el 24 de julio y el 7 de agosto, el S&P 500 cayó un 4% y el índice VIX, el indicador más comúnmente utilizado para medir la volatilidad, subió un 41%. Pero, podría una volatilidad elevada ser algo bueno? En J.P.Morgan AM creen que sí. “La volatilidad ha estado cerca de mínimos históricos y los mercados llevaban más de 1.000 días sin una corrección del 10%. Los inversores se inquietaban acerca de la complacencia, mientras que otros evocaban la famosa expresión de Alan Greenspan, ‘exuberancia irracional’, a la hora de describir el escenario”, afirman en su último informe Market Insight.
Pero en la entidad creen que la reciente corrección es una señal bienvenida, que demuestra que los mercados no están trepando de forma distraída una pendiente que termina en un acantilado. “Más bien al contrario, los inversores están tomando nota de lo que sucede en el mundo que les rodea y reduciendo el riesgo de burbujas y de una asignación de activos equivocada típicamente asociada con la mayoría de los colapsos en los mercados”, revelan. Para Jeff Hochman, director de análisis técnico en Fidelity Worldwide Investment, una pausa en los mercados –que el experto considera no llegará a ser superior al 20% como la vivida en 2011- ofrecería a los inversores otra buena oportunidad de compra a largo plazo, al prever que el consolidado mercado alcista clásico continuará después de este retroceso.
Estas previsiones bastante optimistas están fundamentadas en una mejora gradual de la recuperación económica y una volatilidad baja y sostenible, en el liderazgo asiático de la prevista revalorización de los títulos de los mercados emergentes y el registro desde 2013 de nuevos máximos históricos en la renta variable estadounidense”, explica en un informe publicado recientemente. Hochman considera que, a pesar de los altibajos vividos por los mercados, no existen señales que evidencien un repunte real de la volatilidad (ver gráfico 3). En este sentido, la persistente baja volatilidad observada hasta ahora en los mercados a lo largo de 2014 sigue planteando la pregunta de si existe una excesiva complacencia entre los inversores. Natixis Global AM es una de las firmas pioneras en estrategias de volatilidad, y aporta las visiones de dos expertos de sus gestoras afiliadas sobre el anómalo comportamiento del VIX.
El primero de ellos es Harry Merriken, estratega jefe de Gateway Investment Advisers. Merriken se pregunta si el VIX presenta unos niveles inusualmente bajos por la complacencia… o porque el propio VIX esté excesivamente negociado. Sin embargo, descarta estos escenarios, al considerar la explicación más probable que el “índice del miedo” esté reflejando una mezcla de fuerzas presentes actualmente en el mercado, con el QE de la Reserva Federal como telón de fondo.
“En primer lugar, en general la volatilidad del mercado bursátil medida por el VIX se ha movido en un rango estrecho. Por lo que, aunque el rango se ha vuelto más elevado a lo largo del tiempo, el valor del índice de volatilidad ha estado bien contenido. En segundo lugar, los precios de las opciones call suben junto con la volatilidad y los tipos de interés. Por tanto, en un periodo de tipos de interés de corto plazo deprimidos –y volatilidad implícita-, también está deprimido”, resume el estratega jefe. Éste aclara por otra parte que el VIX refleja los precios de la volatilidad implícita “porque, a diferencia de los tipos de interés, la volatilidad esperada durante la vida de una opción no se puede observar. El VIX ex computado sobre la volatilidad estimada durante un rango de contratos de corto plazo”.
La tercera razón que aporta el experto tiene que ver con la liquidez proporcionada por la Fed, que tiene el efecto de deprimir la volatilidad y los tipos. “Al observar los inversores los precios a la baja, hacen uso del exceso de efectivo. El ímpetu de los inversores para utilizar el exceso de capital es una de las razones por las que el mercado no ha conseguido ejecutar una corrección del 10% a lo largo de los últimos tres años, a pesar de varias caídas”, asevera Merriken. Sin embargo, éste constata que el rally sin motivos que sigue viviendo el mercado está llevando a muchos inversores a recoger beneficios, lo que trae como consecuencia la reducción de los volúmenes y, a su vez, tiene como efecto secundario nuevas caídas en el VIX.
El VIX, un indicador parcial
El punto de vista de Alexander Healy, director de análisis estratégico y gestor de AlphaSimplex Group, es que los inversores deberían fijarse en otros indicadores más allá del VIX para poder medir los niveles de volatilidad. Por ejemplo, se fija en que en la última década se ha incrementado la rapidez con la que los niveles de volatilidad pueden cambiar, por lo que considera que los inversores “deberían ser más dinámicos en la forma en que construyen sus carteras para dar cuenta de los rápidos cambios de entorno de los mercados”.
Healy también recuerda que el VIX es un indicador que se centra exclusivamente en la volatilidad implícita del S&P 500 durante los próximos 30 días, basándose en los contratos de opciones sobre el índice, es decir, que mide exclusivamente el mercado estadounidense y sólo en el corto plazo. Es decir, que una lectura del VIX indica que la demanda de opciones o protección de corto plazo sobre el S&P 500 está actualmente baja en relación con las medias históricas, algo que tiene sentido teniendo en cuenta que las cotizadas de ese índice generalista han logrado beneficios consistentes a lo largo del tiempo y que la Fed sigue manteniendo una política muy acomodaticia.
El experto explica que AlphaSimplex Group ha desarrollado su propio sistema para medir la percepción de riesgo que ofrecen los distintos mercados mundiales, al que han denominado Downside Risk Index (DRI). “Con nuestras métricas, los mercados emergentes se encuentran por encima del nivel medio de riesgo, con Rusia, Hungría y Chile (entre otros mercados sudamericanos) exhibiendo lecturas de 60 y 70 puntos (la media histórica del índice es de 55 puntos), mucho más arriba de la lectura de 28 puntos de EE.UU. Por tanto, aunque la incertidumbre global no se refleje en el VIX, parece estar reflejada en algunos mercados internacionales”.
¿Se incrementará la volatilidad en EE.UU. pronto? Un estudio realizado por la gestora afiliada a Natixis Global AM sobre comportamiento del mercado refleja la presencia de una tendencia bien documentada, la de volver a las medias históricas a lo largo del tiempo. “Dado lo bajo que está el VIX actualmente en relación con su media histórica, esperaríamos un incremento de la volatilidad en el futuro. Para nosotros no es una cuestión de si aumentará la volatilidad, sino cuándo lo hará”, declara Healy al respecto.