Los planes de pensiones a debate: recomendaciones y advertencias de las gestoras

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Aurimas Adomavicius, Flickr, Creative Commons

Los españoles que se jubilen dentro de una década tendrán una necesidad no cubierta (la diferencia entre el nivel de vida antes del retiro y lo que la pensión pública garantice una vez jubilados) total de 200.000 millones de euros, es decir, de 20.000 millones por año, según un estudio elaborado por Caser que utiliza como base una tasa de sustitución de la pensión pública del 75%. Estos datos, expuestos en el VIII Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva, organizado por APD, Deloitte e Inverco, ponen de manifiesto la urgente necesidad que instituciones públicas y entidades financieras tienen de concienciación sobre el ahorro privado entre los ciudadanos.

Otro estudio elaborado por el Instituto Aviva, el segundo sobre el Cálculo del Desajuste en las Pensiones en España, afina las cifras anteriores. Concretamente, los 25 millones de españoles que se prevé se jubilarán entre 2017 y 2057 necesitarían ahorrar 7.700 euros anuales de media para complementar su futura pensión pública y compensar dicho desajuste, explica José Caturla, director corporativo de Inversiones de Aviva.

Con tales necesidades y desajustes por cubrir, las entidades siguen haciendo un llamamiento por la importancia que tienen los planes de pensiones. No obstante, considera Juan José Cotorruelo, director de Vida y Pensiones de Caser, no basta con hacer tal llamamiento, sino que también hay que crear productos y servicios innovadores en lo respectivo al ahorro privado finalista. A su juicio, “los roboadvisors algo tendrán que decir en pensiones”. Además de asentar una mayor educación financiera en la sociedad, “las entidades deberían apostar por la arquitectura abierta en planes de pensiones”, al igual que ya se hace en fondos de inversión, recuerda.

En estos momentos, critica José Carlos Vizárraga, director general de Ibercaja Pensión, el sistema individual de pensiones crece por rentabilidad, no por suscripciones netas, que son negativas en conjunto, lo que implica que tal ejercicio de concienciación no se está traduciendo en contratación de planes por parte de los españoles, sino que los planes ya existentes crecen por el propio efecto mercado.

Pero el rendimiento que atesoran los planes de pensiones podría verse mermado próximamente por la gran exposición que tienen a renta fija, lo que también deja intranquilos a los profesionales. Joseba Orueta, consejero delegado de Kutxabank Gestión, asegura que “las carteras típicas con una gran masa de renta fija y un porcentaje pequeño de renta variable no van a cumplir los objetivos predeterminados”. “La renta fija no es fija, y eso el cliente ya lo ha aprendido, pero es que ahora tampoco renta”, puntualiza, para hacer un llamamiento hacia las gestoras de pensiones: “Tenemos tarea por delante en asignación de activos. Entre otros asuntos pendientes, hay que aprovechar la prima de iliquidez de ciertos activos alternativos (algunos de ellos generadores de rentas) como el inmobiliario, las infraestructuras o el capital riesgo, especialmente en vehículos como los planes de pensiones, que miran a largo plazo”.

A todos estos problemas estructurales de los planes de pensiones y la ciudadanía española, los profesionales reclaman a los partidos políticos no echar más leña al fuego de estos productos finalistas. Así lo expresa Antonio Fernández Vera, presidente de Renta 4 Pensiones: “Si a los planes de pensiones les quitas el favor de la fiscalidad, ¿quién invertiría en un producto ilíquido, de largo plazo y sin incentivo fiscal, frente a fondos de inversión o seguros, cuyo fin último no es siempre la jubilación?”. El próximo gobierno que se forme en España tendrá que dar respuesta a ésta y otras preguntas sobre ahorro privado para el retiro.