La volatilidad de los mercados durante el mes de marzo a raíz de la pandemia del coronavirus también afectó a los planes de pensiones. Pese a ello, hicieron gala de su enfoque de largo plazo ya que los inversores fueron capaces de suscribir más dinero del que reembolsaron de estos productos.
Según se desprende de los datos de Inverco, los planes individuales experimentaron aportaciones brutas de 248,9 millones de euros y prestaciones brutas por valor de 240,5 millones de euros en el conjunto del mes, con lo que el volumen de aportaciones netas del mes alcanzó los 8,4 millones de euros. Estos datos, advierten desde Inverco, incluyen una muestra de 1.006 productos, que representa en torno al 99% de su patrimonio, es decir, 72.334 millones de euros.
Rompen, así, con la tendencia de los meses anteriores, ya que en el mes de enero estos productos sufrieron reembolsos netos por valor de 38,7 millones y en el mes de febrero, de -57,4 millones. Aun con las pequeñas entradas de dinero en marzo, el balance anual sigue siendo negativo para los planes de pensiones, con salidas netas de 87,7 millones.
En lo que respecta al comportamiento de estos productos, los planes individuales recuperaron en la segunda parte del mes una parte importante del ajuste de la primera quincena de marzo, en la que la incertidumbre asociada a la evolución de la crisis sanitaria y sus implicaciones económicas provocó correcciones importantes en todos los índices mundiales.
Así, según estos datos, los planes de pensiones vieron lastrada su rentabilidad durante los últimos 12 meses hasta el -5,96% (es el plazo más corto para el que ofrece datos). Por categorías, los planes de renta variable son los más perjudicados, al caer un 14,1%, seguidos de los de renta variable mixta (-8-84%) y los de renta fija mixta (-5,06%). Por su parte, los de renta fija corto plazo bajan un 2,42% y los de deuda a largo plazo, un 1,42%.
De hecho, todas las categorías pierden dinero en el último año, a excepción de los garantizados, que registran un nimio retorno del 0,56%.