Poco a poco, las gestoras internacionales empiezan a tomar sus decisiones en lo que respecta a la vuelta a la normalidad. En la inmensa mayoría de los casos, las entidades elaboran sus protocolos desde sus oficinas centrales. Es decir: es la sede de la firma en Londres, París o Nueva York quien dictamina el cómo y el cuándo se produce el regreso de sus trabajadores a la oficina. Y cada una toma sus propias decisiones.
Todo el personal londinense de Goldman Sachs AM ha recibido la orden de volver a la oficina este mes, ya que los modelos de trabajo híbridos no son compatibles con la cultura de trabajo de la firma. La decisión se ha adoptado a nivel del banco. Mientras tanto, Amundi, BlackRock y muchas otras firmas permiten que el personal trabaje desde casa dos días a la semana, en tanto que Schroders o GAM, por ejemplo, permitirán el trabajo a distancia a tiempo completo, comenta Philip Kalus, consejero delegado de Accelerando Associates.
Las decisiones que están adoptando las entidades desde sus distintas sedes centrales también afectan a las oficinas de representación local. En España existe una gran divergencia en lo que respecta a la manera en la que se está enfocando este tema. Algunas entidades, como BNY Mellon IM, mantienen sus planes de teletrabajo hasta septiembre. Otras, en cambio, tienen planes de volver a la oficina este mismo mes, como es el caso de Invesco.
La desescalada es desigual. También lo es la manera en la que, a partir de ahora, las gestoras tienen previsto organizarse. Algunas entidades reconocen estar trabajando en planes de flexibilización laboral, algo están tratando de institucionalizar y reglar, como sucede en el caso de Aberdeen Standard Investments. El objetivo es flexibilizar, pero con normas claras.
Planes que ya han cristalizado
Los planes siguen gestándose. Son pocas las que los hayan tomado decisiones definitivas. Una de ellas es Fidelity International. La gestora acaba de anunciar que va a ofrecer a sus empleados la oportunidad de trabajar de forma más flexible en el marco de una nueva política de trabajo dinámico. "Esta nueva forma de trabajar dará a la mayor parte de los empleados en más de 25 delegaciones de todo el mundo la oportunidad de conjugar sus patrones de trabajo combinando el teletrabajo y la oficina de forma que se adapten a su función y atiendan las necesidades de sus compañeros y clientes", argumentan desde la entidad.
En la gestora han llegado a la conclusión de que contar con empleados satisfechos se traduce en clientes satisfechos. "Se trata de un cambio sustancial real y positivo para nuestro personal, nuestros clientes y nuestro negocio. También se trata de un proceso iterativo y seguiremos escuchando, aprendiendo y basándonos en nuestra experiencia del año pasado", afirman.
