Los problemas que generan unos mercados en fase de complacencia

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El nuevo año ha traido del acuerdo para evitar el precipicio presupuestario en Estados Unidos, la flexibilización de las regulaciones bancarias y la adopción de un objetivo de inflación más agresivo en Japón. "Las autoridades continuaron donde lo dejaron en 2012: priorizando el crecimiento y mitgando la volatilidad. Una de las consecuencias de estos acontecimientos fue el nuevo estallido de la guerra de divisas, con el yen japonés cayendo bruscamente y el euro llegando a su nivel más alto frente al dólar estadounidense desde 2011", aseguran Keith Wade (en la imagen), Azad Zangana y James Bilson, economistas de Schroders.

En su último informe mensual, los expertos de la gestora consideran que el Reino Unido también ha sido un ‘ganador’ relativo en esta carrera hacia la cima, con la libra esterlina registrando caídas tras los comentarios de Mark Carney, que fue designado gobernador del Banco de Inglaterra. Según los expertos, el imperativo por fomentar y preservar el crecimiento económico ha llevado a los políticos a tomar las decisiones correctas. “Los mercados financieros han tenido mucho que ver. Si ahora éstos entran en una era de complacencia, el incentivo para que los políticos actúen y la posibilidad de ver un resultado favorable se verá reducido”, aseguran.

Por lo pronto, la mejora del sentimiento en los mercados ha sido notable, sobre todo en la periferia de Europa. “Los mercados periféricos están en plena forma. Los inversores están volviendo a concentrarse tanto en renta variable como en renta fija de los países de la periferia europea. Sin duda, los riesgos políticos han menguado en los últimos meses, pero ¿cuánto ha progresado realmente la región?”, se preguntan los expertos. Y es que parte del progreso de la balanza por cuenta corriente de los periféricos se ha debido a un debilitamiento de las importaciones como consecuencia de las dificultades que experimenta la demanda interna.