Lucas Monjardín: “La depreciación de la moneda china es un movimiento dirigido a ajustar el yuan al mercado”

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Cedida

Una devaluación inesperada de la moneda china provoco que “el pánico se apoderara de la razón”. Este es el punto de partida de la presentación que Capital at Work realizaba ayer para sus clientes, donde intentaba explicarles que detrás de esta devaluación inesperada, y al contrario de otras opiniones vertidas por otros expertos, el movimiento del Banco Central de la Republica Popular de China (PBOC) no ha sido un movimiento mercantilista para depreciar la moneda e impulsar las exportaciones, sino que ha sido un movimiento dirigido a ajustar el renminbi al mercado. Pero, ¿cuál es el motivo?

Según Lucas Monjardín, socio, consejero delegado y director de Inversiones de la firma, China está firmemente decidida a introducir su divisa en la cesta de monedas Reserva (SDR) del FMI ya que “los lideres del partido nacionalista perciben esta inclusión como una muestra de prestigio”. Para el PBOC, “la inclusión en los derechos especiales de giro (SDR), es una forma de forzar tipo de cambio del renminbi a cotizar más orientada al mercado”, indica el consejero delegado de la firma.

El director de Inversiones no descarta una depreciación adicional del 2-3%, sin embargo no tiene claro el timing "debido a la fuerza con la que el PBOC defiende su tipo de cambio actual”.

Este pánico que reflejaba al principio, el cual se apodera de las decisiones que se toman, ha llevado a que se produzcan estás caídas en todo tipo de activos, según considera. “La descorrelación no ha funcionado”, añade. En este sentido, asocia el pánico a que los inversores han asumido mayor riesgo a consecuencia de las política monetarias ya que la desaceleración China no la ve tan mal como la pintan.

No ve riesgo de deflación, apunta como el índice de consumo está todavía fuerte (incluso sin tener en cuenta el consumo por internet, muy importante en el país) y no subestima la capacidad de reacción del gobierno chino, con un superávit comercial que podría incrementarse el año que viene. Incluso más de lo previsto, tal y como puntualiza, ya que al ser un gran consumidor de petróleo se ahorrará una buena cantidad por la caída del precio del petróleo.

Destaca como China es una economía en transición donde las políticas se están orientado a favorecer a la clase media y en la que, aunque los datos de crecimiento sean más bajos, la renta per cápita será más alta. Algo que valora como “muy sano” y que se traducirá en más consumo.

Ante la sobre reacción del mercado, han comenzado a invertir de nuevo poco a poco, aunque saben que “puede que no sea la base de mercado”, contextualiza Monjardín.

Otros activos

En cuanto a otros mercados, Jaime Sémelas, director de análisis, vuelve a acudir al término pánico y como éste ha abaratado tanto la renta variable como ha elevado la prima de riesgo. No esperan que el mundo entre en recesión, pero si ven mucha incertidumbre sobre la recuperación y sostenibilidad del crecimiento. En Europa, creen que el Banco Central Europeo seguirá poyando a los mercados tras el repunte de tipos entre abril y junio causado por los re-pagos de los LTRO.

Por tanto, “los tipos deberán bajar otra vez”, señal positiva para la renta fija, concreta Sémelas. Mantienen duraciones entre cuatro y cinco años. En bolsa, “la corrección violenta del mercado ha dejado los múltiplos, otra vez, atractivos”, precisa. Tienen una exposición fuerte a consumo no cíclico (21%) y zona euro, así como monedas fuertes (60% en euro).

Recuerda como desde Capital at Work seguirán con su filosofía de inversión value y contrarían, intentando que el pánico no se apodere de sus decisiones.