La directora de Estrategia para España y Portugal de J.P. Morgan AM insiste en el riesgo de reinversión al que se enfrenta el inversor, especialmente el europeo si se cumple la previsión de bajadas de tipos por parte del BCE en 2025.
El cliente medio se ha vuelto a perder un año bueno de rentabilidades y ya van dos. 2024 fue un ejercicio excelente para los activos de riesgo, con índices como los estadounidenses que subieron más de un 20%, e incluso emergentes como China que despuntaron en la parte final del año. El problema que resalta Lucía Gutiérrez-Mellado es que, si nos atenemos a los flujos a fondos del año pasado, una parte importante del capital se refugió en monetarios. “El cliente se ha perdido ya dos años muy buenos”, lamenta la directora de Estrategia para España y Portugal de J.P. Morgan AM.
Gutiérrez-Mellado comprende que la incertidumbre combinaba con el cupón atractivo que vuelve a ofrecer el cash haya atraído a los inversores, pero también insiste en la imperante necesidad de tomar acción con esa liquidez. “El riesgo de reinversión es muy real. Especialmente en Europa donde, si se cumple nuestra previsión de bajadas de tipos por parte del BCE, lo que pagaba la liquidez hace un año va a ser muy inferior mes a mes”, advierte.
Los multiactivos deberían volver al core
Asimismo, insiste en que “con liquidez es muy difícil lograr el objetivo de inversión a largo plazo”. “El cash puede tener sentido como parte de una cartera, pero creemos que en algunos casos el nivel de liquidez ha subido muy por encima del óptimo”, añade Gutiérrez-Mellado. En su opinión, los multiactivos, que encadenan varios ejercicios de salidas, deberían volver a ser la parte central de las carteras del inversor medio.
E ilustra su convicción con un simple gráfico. En todas las últimas grandes crisis, mantenerse invertido a través del ruido ha sido la decisión acertada. A un año, en el 75% de los casos una cartera 60/40 ha cerrado en positivo. Pero es que, si alargamos el plazo a 3 años, en el 100% de los casos el enfoque equilibrado habría generado rentabilidades positivas para el inversor.
Además, es que el punto de entrada para el inversor sigue siendo muy atractivo. Según los cálculos del equipo de Long-Term Capital Assumptions de J.P. Morgan AM, la rentabilidad esperada para una cartera 60/40 en 2025 es del 5,1%. Ligeramente por debajo del 5,3% de 2024, pero igualmente muy atractiva en comparación con el 2,8% de 2022.
Visión constructiva para 2025
Porque la visión de J.P. Morgan AM entrando en 2025 es a grandes rasgos constructiva. La clase de activos con la que están más constructivos es la renta variable, especialmente la bolsa estadounidense. “Somos conscientes, eso sí, de que tenemos a las espaldas dos años muy buenos, por lo que ni esperamos los niveles de subidas de 2023 y 2024 ni descartamos episodios de volatilidad, como es completamente normal en un ciclo de mercado”, matiza la experta.
En renta fija, la gestora cree que hay que tener algo de duración (pero aún neutrales) con bonos de gobierno en cartera. Como protección, precisamente para esos momentos en los que el crecimiento económico global pueda parecer más débil de lo esperado. El crédito actuará como la parte alcista de la renta fija, pero de nuevo sin esperar grandes estrechamientos de los diferenciales. Asimismo, Gutiérrez-Mellado resalta el papel de los activos alternativos como una de las mejores opciones para proteger la cartera contra la inflación.
La propuesta de J.P. Morgan AM coincide con el apetito que ven por parte de sus clientes. Gutiérrez-Mellado está notando demanda por sus fondos de renta variable global, como el JPM Global Focus y el Global Select, así como por sus ETF de gestión activa. En renta fija, el sesgo del cliente español es hacia renta fija europea.
Riesgos
En cuanto a los posibles riesgos a este sentimiento optimista, Gutiérrez-Mellado destaca algunas preguntas abiertas, como el impacto en la inflación de las principales medidas que el presidente Trump ha estado prometiendo en campaña. “Inmigración, desregulación y aranceles. Todos son catalizadores positivos para el crecimiento de Estados Unidos, pero también inflacionarias”, explica. Así, el nuevo gabinete de Trump tendrá que mantener un delicado equilibrio entre ambas fuerzas. Porque, aunque ahora los republicanos tienen la mayoría en el Congreso, en dos años son las elecciones mid-term. “Y una de las razones por las que Biden perdio las elecciones fue por la elevada inflación”, apunta. Y si hay mayor inflación, esto influye en el camino que pueden tomar los tipos de interés en Estados Unidos, así como en la fortaleza del dólar.
Dicho todo lo anterior, Gutiérrez-Mellado insiste en que aún es pronto para hacer afirmaciones con tantos factores que confluyen aún en el aire. “Lo que cuenta es lo que hagan los republicanos en sus primeros 100 días, no lo que se ha dicho en campaña”, insiste.