Defiende que el crecimiento de la zona euro será menos durante los próximos meses y se muestra optimista con respecto a la evolución de la inflación subyacente.
La semana pasada el BCE subió otros 25 puntos básicos el precio del dinero hasta situarlo en niveles del del 4-4,5%, el nivel más alto de toda la historia del euro. Dejó entrever que desde aquí entra en el modo de wait and see, es decir que lo previsible es que no veamos al menos corto plazo más alzas en el precio del dinero. Una idea que también ha dejado caer Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, en un encuentro organizado por la consultora de comunicación Kreab.
"Mantener en este nivel los tipos un tiempo suficientemente dilatado, ayuda a que se alcance el objetivo del 2%", afirmó. No delimitó a cuántos meses asciende ese "tiempo dilatado" sino que avanzó que lo irían analizando en función de los datos económicos que vayan viendo.
De momento, de cara a lo que queda de año, contemplan un menor crecimiento económico en la zona euro motivado por una caída del consumo en un contexto de alta inflación, menor demanda externa principalmente por parte de China y también debido al impacto que el endurecimiento de la política monetaria ha provocado en la financiación de familias y empresas. "Hay muchísima incertidumbre, el mundo está complicado. El crecimiento económico será débil, la inflación irá a la baja pero hay que ver el precio del petróleo, la productividad y los salarios", afirma.
Eso sí, con respecto a la inflación se muestra algo más optimista, sobre todo con la inflación subyacente, que es la que realmente marca las decisiones de política monetaria. "En inflación general hemos elevado las proyecciones para 2024 y 2025 por el auge del precio del petróleo, la depreciación del euro y evolución de los costes laborales. La subyacente, ha estado mucho más estable en el tiempo y vemos que ya cede a la baja", afirma.
Sobre la situación de la banca
Durante el turno de preguntas, se ha preguntado mucho por cómo ven desde la institución la situación del sector financiero. "Hay que estar satisfechos por la situación de la banca pero no caer en la complacencia", ha asegurado. Entre otras cosas, por el el efecto que el aumento de la remuneración en los depósitos pueda tener en sus balances. "Más antes que después los depósitos estarán remunerados acorde a la política monetaria", ha asegurado. De hecho, en las últimas semanas ya se ha visto a grandes entidades incrementando el interés que ofrecen por estos productos.
No obstante, ha defendido que el sector bancario español muestra una gran fortaleza tras la reestructuración que ha acometido en los últimos años. "La banca española ya llevó a cabo un proceso de concentración importante y los jugadores que hay ahora son solventes", afirma. Descarta así que puedan darse operaciones corporativas dentro del mercado nacional. "No deberíamos ver mucha más, sí hay tiene más sentido que sean operaciones transfronterizas en un mercado único como el europeo", afirma.