Managed futures y la generación de alfa de crisis

Andrew Beer
Foto: cedida por iM Global Partner.

Seguimos inmersos en el peor arranque de año para bonos y acciones en décadas, pero incluso en un ejercicio históricamente negro hay ganadores en el mercado. Como ya lo hiciera tras la burbuja puntocom y la crisis de 2008, las estrategias de CTA (Commodity Trading Advisor) o managed futures están brillando en términos de rentabilidad.

De ahí que sorprenda poco que los alternativos, y en especial los managed futures, se estén desmarcando de las salidas de capital este año. Por poner un ejemplo de la magnitud de dinero que se está moviendo, el iMGP DBi Managed Futures Strategy ETF (DBMF), el producto más rentable de su categoría este año, ha incrementado su patrimonio un 458% en tan solo los primeros siete meses de 2022. Según datos de ETF Database, el fondo de Dynamic Beta, boutique participada por iM Global Partner, la responsable de su distribución, sube un 27,89% a mediados de septiembre. Pero es que la media de la categoría, el Société Générale CTA Index, lleva un 21,14% en lo que va de ejercicio.

Y no es una cuestión de un año con suerte. Las estrategias CTA históricamente han funcionado bien en años de fuertes caídas en las clases de activos tradicionales. Según datos de Bloomberg, el índice SocGen CTA Hedge Fund, el de referencia para los managed futures, subió un 34% cuando el S&P 500 experimentó una caída del -45 % entre agosto de 2000 y septiembre de 2002. Más adelante, el mismo índice se revalorizó un 13,5% durante la crisis financiera de octubre de 2007 a febrero de 2009 frente al -51% que se marcó el S&P 500. De ahí que el segmento se defina como generadores de alfa de crisis. Es decir, capaces de generar rendimientos positivos durante los mercados bajistas de renta variable.

¿Qué son los managed futures?

Pero volvamos a los inicios. ¿Qué son exactamente las estrategias CTA o managed futures? Por intentar poner en palabras simples un proceso complejo, los CTA buscan identificar tendencias e invertir, a corto o largo plazo, en contratos de futuros en los mercados de tipos de interés, divisas, acciones y materias primas.

“Si se pasase por las oficinas de un fondo de CTA encontrará a analistas y gestores con sus modelos cuantitativos intentando comprender qué tendencias son las más estables, cuáles se están revirtiendo, cómo escalar el riesgo y cuándo reequilibrar. Si el oro ha estado subiendo, podrían preguntar a los modelos, ¿es probable que continúe? ¿Qué pasa con una tendencia a la baja en los precios del Tesoro impulsada por mayores rendimientos? ¿Seguirán los mercados emergentes superando a los mercados desarrollados?”, explican desde Dynamic Beta (parte de iM Global Partners).

Un ejemplo de esto es su comportamiento en la caída del Covid-19. En una primera instancia los fondos de managed futures demostraron ser ágiles y preservaron el capital, pero la corrección fue demasiado breve y pronunciada para que los fondos se capitalizaran verdaderamente. “Nos gusta decir que si abril de 2020 hubiera parecido las tres primeras semanas de marzo, los fondos CTA probablemente habrían repetido el rendimiento de la década de 2000”, afirman desde Dynamic Beta. Sin embargo, en cada uno de esos escenarios, los tipos bajaron y los fondos se beneficiaron de estar largos en Tesoro estadounidense. “En el próximo período, los CTA podrían beneficiarse fácilmente de la estar cortos”, plantean.

En qué han acertado los CTA en 2022

Así, el mejor escenario para este tipo de estrategias es un mercado donde hay claras tendencias y sin exceso de irracionalidad. Por el contrario, tienen ejercicios más complicados cuando la euforia predomina, como ha sido el caso de los últimos años de fuertes estímulos monetarios.

Además, en el caso del ETF de Dynamic Beta, el DBMF, replican a través de futuros la beta estratégica de los 20 principales fondos de CTA, los incluidos en el SocGen CTA index. El objetivo es intentar cerrar la brecha de dispersión en rentabilidad que se produce en la categoría, donde la diferencia entre el más rentable un año y el menor es significativa. Es decir, buscan reducir el riesgo gestor/de selección y lograr el retorno medio de la categoría.

¿Y qué ha funcionado esta vez? Según explica Alberto Martínez Peláez, responsable responsable de la distribución en Iberia, América Latina y US offshore de iM Global Partner, los CTA se han lucido en 2022 porque han acertado con su combinación de apuestas: estar cortos de Tesoro estadounidense y renta variable y largos de dólar estadounidense y materias primas.