Para la responsable de producto iShares para Europa y Oriente Medio la aceleración de la preferencia por ETF en Europa responde a catalizadores como los cambios en el modelo de distribución y la centralización de los modelos de construcción de carteras.
El año 2024 se acerca a su fin y si hubiera que identificar palabras clave para describir el año, una de ellas sería inteligencia artificial. Nos sentamos con Manuela Sperandeo, responsable de producto iShares para Europa y Oriente Medio de BlackRock, a su regreso de Nueva York, poco después del lanzamiento en Wall Street la gama hermana del European AI Suite, su nueva oferta de vehículos que buscan dar acceso a las oportunidades en la inteligencia artificial.
No es ninguna novedad que el gigante estadounidense cree que la IA es una de las megafuerzas capaces de remodelar la economía mundial, ayudando a acelerar los descubrimientos científicos o a crear industrias totalmente nuevas, al tiempo que presenta una amplia gama de oportunidades de inversión. Si nos fijamos en las estimaciones, se espera que las inversiones relacionadas con la infraestructura de IA, incluyendo hardware, computación en la nube y chips, superen los 270.000 millones de dólares este año, con proyecciones a largo plazo que van más allá del billón de dólares. Al mismo tiempo, como señala BlackRock, las aplicaciones basadas en IA, desde asistentes virtuales a soluciones empresariales automatizadas, están preparadas para crecer sustancialmente durante la próxima década, ofreciendo oportunidades estratégicas a los inversores que buscan innovación y valor a largo plazo.
Para la directiva estos lanzamientos son aún más innovadores porque se producen de forma concertada entre instrumentos indexados y activos. “Con ello, estamos demostrando que tenemos la flexibilidad necesaria para lanzar ETF y fondos activos juntos y cubrir todos los diferentes modelos de distribución”, explica. Sperandeo destaca la colaboración con Stoxx con la que BlackRock lleva trabajando en el segmento temático desde 2015. “La compañía tiene una agilidad única desde el punto de vista del conjunto de datos, está muy centrada en la personalización y en capturar datos de volúmenes de negocio de las compañías en determinadas temáticas, granulares y precisos para ir a seleccionar las compañías que más están invirtiendo en la temática de inteligencia artificial”, apunta.
El inversor en el sur de Europa, más abierto a temáticos
“Los ETF se están convirtiendo en el instrumento preferido de los inversores por las características que todos conocemos, comodidad, accesibilidad, transparencia y liquidez, y este es un fenómeno que lleva muchos años produciéndose en el mercado estadounidense. Hoy asistimos a una aceleración de esta tendencia también en Europa, gracias a catalizadores como los cambios en el modelo de distribución y la centralización de los modelos de construcción de carteras, que se basan cada vez más en la asignación de activos que en la selección de productos individuales. Desde mi punto de vista, el ETF se ha convertido en una herramienta que va más allá del índice individual y que da acceso a temáticas, que antes eran las megatendencias más tradicionales mientras que hoy es la inteligencia artificial”, explica.
Luca Giorgi, responsable de iShares y Wealth para el sur de Europa en BlackRock, coincide en la difusión y el éxito de los ETF: “Se trata, como sabemos, de una tendencia que comenzó hace unos años, y que se ha extendido a todo tipo de clientela, desde el mundo institucional hasta las carteras patrimoniales, los asesores financieros y los banqueros privados; todo ello gracias a la normativa vigente, con un asesoramiento basado en comisiones que ha llevado a un aumento de los indexados y los ETF en la parte principal de las carteras”.
Según el experto, en los últimos años, el mercado del sur de Europa se ha caracterizado por tener un mayor componente sectorial que el resto del continente, “con inversiones en estrategias sectoriales tecnológicas más amplias, pero también en sectores específicos, como por ejemplo el de los semiconductores, fundamental para la infraestructura tecnológica en la que se basa el desarrollo de la inteligencia artificial”, cuenta.
En la actualidad, añade Giorgi, “aunque la tecnología está muy bien representada en los índices mundiales, en la cartera general de los clientes del sur de Europa observamos una tendencia a invertir con un sesgo nacional, lo que deja más espacio para las estrategias con una huella europea”. “En consecuencia, teniendo en cuenta que los grandes actores de la IA tienen su sede en EE.UU., existe una infraponderación estructural que puede cubrirse con las herramientas que hemos lanzado ahora”, comenta.
Por último, Giorgi también menciona que “la tecnología es un tema en el que creemos y que ha sido una fuente de alfa para los inversores a lo largo de los años. Es un tema que nos ha permitido crear valor para las carteras, dando a las empresas de gestión de activos como la nuestra la oportunidad de tener una narrativa interesante que transmitir a los clientes precisamente en una zona geográfica, como el sur de Europa, donde el tema sigue siendo central”, concluye.
¿Qué esperar de la nueva gama?
La nueva gama centrada en la IA, que consta de tres vehículos, está diseñada para ofrecer a los inversores una selección de estilos de inversión y la capacidad de personalizar su exposición a través de la cadena de valor de la IA, lo que incluye la infraestructura, las herramientas y las tecnologías necesarias para construir, desplegar y escalar aplicaciones de IA.
Parte de la nueva oferta es el BGF AI Innovation Fund, un fondo de inversión gestionado por el Fundamental Equities Technology Group de BlackRock, que ofrece exposición global a toda la cadena de valor. Gestionado por Tony Kim y Reid Menge, es el buque insignia de la estrategia de renta variable temática de IA. Con sede en Silicon Valley, el Fundamental Equities Technology Group de BlackRock está formado por ocho profesionales que gestionan estrategias de renta variable tecnológica por valor de 24.000 millones de dólares.
“Estamos en los albores de una revolución de la inteligencia”, afirma Kim, responsable del Fundamental Equities Technology Group de BlackRock. “Estos fondos pueden ayudar a los inversores a captar las mayores y más olvidadas oportunidades de inversión en toda la pila de IA y tecnología avanzada. La velocidad de cambio sin precedentes en esta nueva revolución de la IA presenta a los inversores oportunidades potenciales únicas”, añade.
También hay dos ETF nuevos: el iShares AI Infrastructure UCITS ETF y el iShares AI Adopter & Application UCITS ETF. Estos vehículos ofrecen una exposición selectiva a oportunidades emergentes en partes específicas de la cadena de valor, centrándose respectivamente en el desarrollo temprano de infraestructuras, como los semiconductores, o en aplicaciones prácticas, como el reconocimiento de imágenes y el software de traducción de idiomas.