La encuesta global entre aseguradoras que elabora Goldman Sachs AM anualmente detecta el mayor grado de pesimismo entre estas compañías desde su creación.
Esta suele ser una buena época del año para preguntar a los grandes inversores qué piensan del mercado. Con 2017 ya terminado, hay margen para efectuar encuestas y sondeos en los que expresen sus esperanzas y temores. Así, BlackRock ha preguntado recientemente a una muestra de inversores institucionales de todo el mundo por los ajustes que están realizando en sus carteras, mientras que J.P.Morgan AM acaba de publicar los resultados trimestrales de su Índice de Confianza, en el que pulsa las preferencias de los inversores españoles. Goldman Sachs AM acaba de publicar en la misma línea los resultados de la GSAM Insurance Survey 2018, la encuesta que realiza anualmente a grandes aseguradoras.
El estudio, conducido por el proeedor independiente de análisis KRC Research, proporciona valiosos puntos de vista sobre 300 directores de inversiones y/o directores de operaciones de aseguradoras que suman un patrimonio de más de 10 billones de dólares, cantidad que representa a alrededor de un tercio de todo el sector global. Uno de los principales hallazgos de la encuesta ha sido el radical cambio de prioridades entre estos profesionales: si en la encuesta de 2017 el riesgo politico era el más temido por la mayoría, con un 26% de respuestas afirmativas, este año solo un 4% de encuestados han opinado en este sentido. En cambio, el mayor riesgo macro que temen los encuestados para este año es que se produzca una desaceleración o incluso recesión en EE.UU.
Desde Goldman Sachs AM aclaran que estas percepciones pueden variar según la región de procedencia de los participantes en la encuesta: así, solo el 8% de encuestados europeos situaron el temor a una recesión en EE.UU. entre su top de riesgos, mientras que en la región Américas la tasa se incrementó hasta el 32%.
También ha experimentado un extraordinario cambio de percepción el riesgo de inflación: en 2016, el riesgo de inflación preocupaba solo a un 2% de aseguradoras; si el año pasado preocupaba al 25% de encuestados, y este año se ha catapultado hasta el podio de riesgos más temidos, con un 48% de respuestas. Si se descomponen las respuestas de este bloque, se observa que hasta el 74% de sondeados piensa que la inflación será una preocupación en sus mercados locales en los próximos dos o tres años, mientras que el 68% descarta que la deflación sea un riesgo en los próximos cinco años. Por regiones, el 32% de aseguradoras norteamericanas anticipan que la inflación planteará problemas el año que viene, y el 49% cree que será un riesgo en un horizonte de dos a tres años vista. Japón es la región con resultados más llamativos: el 56% de aseguradoras japonesas espera que la inflación suponga un riesgo en los próximos cinco años, pero el 67% anticipa que el riesgo será la deflación.
El tercer riesgo restante ha sido el incremento de la volatilidad tanto en la renta variable como en los mercados de crédito: el 21% de inversores europeos se pronunciaron en este sentido, frente al 24% de los asiáticos.
El dato que sí es similar al de la edición anterior de la encuesta es la prevision en torno a la hoja de ruta de la Reserva Federal: el 66% de aseguradoras expresó su expectativa de que las subidas de tipos plantearán un impacto moderadamente significativo para sus carteras a lo largo del año. En este caso, el grado de preocupación es mayor entre las aseguradoras asiáticas (el 36% piensa que las subidas tendrán un impacto muy significativo sobre sus carteras) respecto a sus competidoras americanas (18%).
Visión sobre clases de activos
La edición de este año refleja el creciente pesimismo de las aseguradoras en torno a las oportunidades de inversión que detectan en el mercado: solo el 18% de encuestados afirmó que estaba aumentando el set de oportunidades, frente al 50% que opinó en sentido contrario. Con la excepción del dato de 2015, estas respuestas representan el mayor nivel de pesimismo desde la creación de la encuesta. Esto también se refleja en las predicciones por activos. Por ejemplo, los aseguradores pronosticaron el nivel más elevado de rendimiento del bono estadounidense a diez años desde la encuesta de 2014 (que recogió el taper tantrum de 2013).
En la parte de crédito, el 60% de encuestados cree que el ciclo global del crédito todavía está en su ecuador, un 5% más que en 2017. El 54% espera que los diferenciales del crédito global se ajusten modestamente este año, mientras que el 39% que cree que se ensancharán también de forma modesta. Los resultados son diferentes cuando se les pregunta por la fase del ciclo de crédito estadounidense: el 60% piensa que ya está alcanzando su fase final, un 11% más que en 2017. Además, el 47% prevé un deterioro modesto de los diferenciales, mientras que el 48% prevé la reversión desde estrechamiento a ensanchamiento ligero de los diferenciales.
La encuesta observa dispersión en los pronósticos sobre el dólar, “lo que sugiere que las aseguradoras siguen digiriendo el desacoplamiento entre el rendimiento de los bonos y el dólar”. En cuanto a la bolsa, aunque las previsiones siguen siendo de retornos positivos para el S&P 500, han retrocedido en 10 puntos respecto a 2017, hasta el 77% de aseguradoras. Finalmente, el 92% de aseguradoras predice que el precio del petróleo terminará 2018 en un rango entre 50 y 75 dólares en barril, frente al 80% que opinaba en este sentido el año pasado.
Construcción de la cartera
La encuesta ha detectado una espectacular caída del apetito por el riesgo de las aseguradoras: en 2017 era del 16%, y este año ha caído al -1%. Se trata de la primera vez desde los orígenes de la encuesta que hay más aseguradoras planeando reducir riesgos que incrementarlos. Además, las percepciones varían mucho según la región: las firmas americanas son las que planean una reducción de riesgos a mayor escala (21%) frente a las que planean incrementar los riesgos (12%). En cambio, la proporción en Asia es del 31%, que si bien es un dato elevado, es inferior al del año pasado, cuando ascendía al 59%.
Por activos, donde más planean reducir asignaciones las aseguradoras es en renta variable (-7% neto) y en crédito (-4%). También planean reducir la duración (-6% neto) e incrementar la liquidez en carteras (12%). Estos resultados son globales; si se descomponen por regiones, se observa que el 23% de aseguradoras norteamericanas van a reducir la duración de sus carteras, frente al 10% que quiere incrementarlo. En Asia, el 42% de aseguradoras pretende incrementar su exposición a riesgo de crédito y el 25%, extender su duración.