Desde hace tres años, Marianne Zangerl es la responsable de ASG para Renta Fija en abrdn, casa en la que también es responsable global adjunta de Renta Fija. Su labor abarca desde el crédito corporativo al crédito soberano, pasando por la deuda privada. Su carrera comenzó en deuda de infraestructuras, en la que hay un fuerte ángulo de sostenibilidad.
Perspectivas para la renta fija gestionada con criterios de sostenibilidad
En abrdn son positivos respecto a las perspectivas de la renta fija. “Nuestra visión positiva del trimestre pasado se repite en éste. Creemos que los rendimientos son atractivos si se comparan con la historia y que los fundamentos son buenos”, afirma Zangerl. Las perspectivas más específicas de la deuda relacionada con la sostenibilidad, llevan a la experta a reflexionar sobre los cambios en los últimos años: “Si pienso en cuando empecé en este trabajo, hace tres años, el péndulo estaba muy a favor de la sostenibilidad. Luego, con la reacción política contra la inversión ASG en EE.UU., el péndulo osciló fuertemente, pero creo que volverá a una posición más centrada”. Admite que las perspectivas dependen de cada mercado. “En EE.UU., obviamente, es un tema muy partidista y está en función de en qué estado te encuentres. En España el interés está muy centrado en la transición, mientras que, en otras partes de Europa, se interesan más por la exclusión y la desinversión. Así que es un escenario muy variado, lo que lo hace más interesante”, estima.
A pesar de esta diversidad, para la experta es importante destacar los riesgos de ignorar los criterios de sostenibilidad en el análisis de la renta fija. “En el análisis de crédito siempre se han considerado los riesgos y las oportunidades ASG, aunque no se llamara así. Hay cuestiones muy importantes que pueden afectar a las empresas”. Zangerl añade que el enfoque de abrdn busca ante todo “identificar aquellas empresas que creemos que se van a beneficiar de megatendencias como el cambio climático. Queremos invertir en las empresas que están bien posicionadas para responder con efectividad”.
El proceso
La evaluación del emisor está en el centro del proceso de su casa. Buscamos que estén bien posicionados para responder a los riesgos y oportunidades ASG. “Preferiríamos comprar un bono marrón a un emisor verde que un bono verde que tenga un problema marrón. Y eso es porque fundamentalmente, queremos ver lo que la empresa está haciendo y evitar el greenwashing”. En ese proceso, se analizan los objetivos ASG de la empresa. “¿Están los directivos involucrados en la estrategia ASG?, ¿son ambiciosos y creíbles esos objetivos?, ¿existe una brecha tecnológica? Son algunas de las principales cuestiones sobre el emisor” revela.
La gestora escocesa no tiene un fondo de bonos verdes, pero sí un fondo de bonos de transición climática. “Lo cierto es que los bonos verdes no han funcionado muy bien en los últimos años. Creemos que es por el reducido número de sectores que pueden emitirlos. Puedes quedar sobreexpuesto a unos pocos sectores como el financiero, o los servicios públicos, donde conflictos como el de Ucrania ha impactado en algunos jugadores renovables. Además, tienden a tener mayor duración”, aduce. “Lo que estamos haciendo en el fondo de bonos de transición climática es no rehuir los sectores difíciles, buscando a los líderes en ese espacio”, añade.
Análisis del emisor
Revisan detalladamente cada emisor, analizando los planes de transición, el volumen de capex destinado a esos planes, y cuál es el progreso. “Revisamos estos nombres, como mínimo, anualmente para comprobar cómo van y cuáles son sus objetivos: ¿a qué están apuntando? ¿alcance uno? ¿dos? ¿tres? ¿Piensan en las emisiones evitadas? ¿consideran la biodiversidad?”, apunta Zangerl.
En cuanto al análisis de la biodiversidad, la gestora apunta a que es un camino que está sólo comenzando: “Cuando pensamos en biodiversidad, no hay muchos datos. Pero lo que podemos hacer es hablar con una empresa acerca de cuáles son sus planes y animarlas a publicar las políticas de biodiversidad. Creo que es un área más difícil de abordar específicamente”, considera.
“También invertimos en empresas de soluciones. A menudo estas compañías pueden tener un volumen de emisiones evitadas mucho más sustanciales que sus emisiones de alcance uno, dos y tres combinadas. Lo que realmente estamos buscando ver en ese espacio es lo que están contribuyendo a la economía real”, añade.
Plataforma y planes
En cuanto a la información destinada a los gestores, Zangerl explica que abrdn dispone de una plataforma global de análisis de crédito. “Seleccionamos los nombres que nos gustan, desde una perspectiva de crédito y de análisis fundamental, que incluye criterios ASG. Dependiendo del fondo, filtraríamos las exclusiones, añadiendo potencialmente temas ASG”. Algunos fondos tienen objetivos en cuanto a intensidad de carbono. “El gestor de cartera es libre de construir su cartera como mejor le parezca dentro de ese universo, pero asegurándose de que están alcanzando sus objetivos de intensidad de carbono” aclara.
En abrdn tienen acceso a múltiples proveedores de datos externos. “Una de las cuestiones fundamentales para nosotros, desde una perspectiva de gestión activa de la renta fija, es que los datos suelen ser retrospectivos, con un punto de vista estático en el tiempo. Así que nuestro proceso de investigación está muy centrado en conseguir más información sobre los objetivos que buscamos”. Por eso dedican parte de sus esfuerzos al engagement con las empresas para poder tener una visión de futuro más clara y asegurarse de cómo van con sus planes de transición. “Si sólo nos basamos en los datos, no necesariamente obtendremos la imagen completa de donde está posicionada la empresa”, puntualiza.