Martina Álvarez (Janus Henderson): “El inversor está cada vez más preocupado por la beta y menos por el alfa”

Martina Álvarez
Foto: FundsPeople.

Cuando hace tres años Martina Álvarez asumía el reto de dirigir la oficina ibérica de Janus Henderson, lo hacía con la convicción de estar sumándose al proyecto de una entidad que apostaba claramente por la gestión activa. Porque, a fin de cuentas, eso es en lo que ella siempre ha creído. Y más aún en el entorno actual. “La gestión activa está volviendo a cobrar protagonismo porque el inversor está cada vez más preocupado por la beta y no por el alfa. En un escenario de alta correlación de los activos financieros y tipos tan bajos que obligan a revisar a la baja las expectativas sobre la evolución de los mercados, la gestión activa se pone en valor”, afirma la directora general de Janus Henderson para España y Portugal.

En una entrevista con FundsPeople, Álvarez recuerda que el número de gestoras que apuestan únicamente por la gestión activa se ha reducido. Y eso abre una oportunidad para esas entidades de posicionarse como firmas de referencia en este ámbito. “Cuando el cliente se vuelve a preocupar por la generación de alfa, busca aquellas entidades que tengan la capacidad de conseguirlo. Llevo 20 años en la industria, 15 en España, y hacía mucho tiempo que no escuchaba preguntas por parte de los inversores relativas al tracking error de los fondos, el active share, la rotación de las carteras, políticas de engagement, en el caso de la renta fija si participamos en el mercado primario o no… Esto deja claro el interés del cliente por encontrar estrategias que ofrezcan valor añadido”, destaca.

Si hay algo que le ha permitido constatar esta visión, eso ha sido el interés que están despertando los fondos de gestión alternativa de la casa, una categoría en la que, según explica, el inversor está discriminando. “Nos han preguntado mucho por nuestras estrategias de retorno absoluto. De hecho, parte de las buenas cifras que estamos teniendo son gracias a las entradas que se han producido tanto por parte de nuevos clientes como de clientes existentes en este tipo de fondos. Nuestros gestores empezaron el 2020 con optimismo sobre la evolución de los mercados. Sin embargo, con las noticias que llegaban de Asia, el 20 de enero replegaron velas y todos nuestros productos cerraron el primer trimestre en positivo”.

La ASG, en el centro de todo

Junto a la gestión alternativa, existe otra temática que está pegando fuerte: la inversión sostenible. “Si hace un año las preguntas de los clientes giraban en torno a la ejecución, la liquidez o el trading, ahora lo que quieren saber es si tu fondo es Artículo 8 o 9, el reporting que les puedes ofrecer, el que vas a tener… El tema de la ASG es la pregunta más frecuente”.

Tan es así que algunos clientes ya le han reconocido que solo iban a analizar los fondos de la gama incluidos en dichos artículos. “Algunos ya te piden que les digas lo que tienes en ASG y no se salen de esas bandas”. En este sentido, su estrategia sostenible por antonomasia, el Janus Henderson Global Sustainable Equity, con 30 años de track record, ha captado en un año más de 1.000 millones de euros. Un porcentaje relevante de las entradas viene de inversores españoles.

Adaptación por fases

Para hacer frente a este reto, en Janus Henderson han tomado la postura de ir haciéndolo por fases. “Preferimos ser auténticos e ir paso a paso. La ley se está escribiendo aún y es muy difícil adoptar una postura antes de que las reglas estén claras. Queremos que lo que lancemos sea lo definitivo. Aquellos productos que seguían procesos en los que ya estábamos aplicando criterios de sostenibilidad, hemos pulido el reporting. Así, en enero pasamos nuestros fondos de crédito y de renta variable europea a los artículos 8 y 9. Otros ya eran artículo 8, como por ejemplo nuestro fondo de tecnología. Además, a petición de nuestros clientes, en verano lanzaremos otros dos productos que estarán encasillados dentro del artículo 9”, revela.

A su juicio, la tendencia en España hacia la ASG es clara y está cogiendo velocidad. “Existe una gran divergencia entre entidades. Algunas hacen lo que pueden con los recursos de los que disponen. Otras, en cambio, que han empezado más tarde que sus homólogas europeas, han recuperado rápidamente el tiempo perdido frente a las francesas, holandesas o nórdicas. Hoy ya cuentan con un expertise y recursos muy importantes, que les permiten incluso ir más allá de lo que marca la regulación. Es un cambio espectacular”. Esos cambios en los procesos de selección de fondos no son exclusivos del nuevo paradigma que provoca la ASG. En los últimos tiempos los inversores españoles también han modificado otros hábitos. 

Eso se aprecia, por ejemplo, en la estructura de sus carteras. “Hasta hace dos años, el cliente trabajaba con categorías muy fijas. Y de ahí no se movían. De repente, en los últimos 24 meses, han aceptado nuevas categorías, lo que ha abierto la puerta a fondos distintos. Llevábamos muchos años sin que se produjese esa aceleración de categorías”. Sin embargo, también hay otros patrones de inversión que no han cambiado, que hace que las carteras de los inversores españoles no estén del todo equilibradas. “Hay activos, como el high yield, la deuda emergente o el mercado inmobiliario, en las que no se invierte de manera estratégica. Se utilizan tácticamente y, personalmente, creo que es un error. Aportan diversificación y alfa a las carteras”.

Las reglas de los mandatos

En esta industria, existen dos conceptos que Álvarez considera fundamentales: capacidad de adaptación y flexibilidad. “La ventaja de nuestra estructura es que es muy plana. Estoy a dos llamadas de nuestro CIO. No hay tantos procesos internos y la toma de decisiones es muy rápida. Es un factor que nos ha permitido captar talento. De cara al cliente, somos capaces de adaptarnos a sus necesidades y darle una respuesta muy rápidamente. Esto se ha visto claramente en el negocio de los mandatos. Hace unos años era algo impensable en España, pero que ha llegado. Nosotros podemos ofrecerle una solución ad hoc de manera muy ágil y rápida”, subraya la directora general de Janus Henderson para Iberia.

A este respecto, en la entidad son conscientes de cuáles son las reglas con las que se está jugando en el negocio de los mandatos. “El cliente valora el track record, que va de la mano de disponer de los recursos necesarios. El precio es determinante en algunas categorías donde no se pueda añadir alfa. Pero no lo único. También está el apoyo comercial (reporting, formación a las redes, acompañamiento global en sus proyectos de crecimiento en otras regiones)”. 

En Janus Henderson no bajan sus precios. “Somos muy tajantes al respecto, ya que no tenemos prisa por crecer. Hay activos donde hay una capacidad limitada y no se debe vender capacidad futura. Donde unos ven un mandato pequeño, de 50 millones, nosotros vemos una oportunidad de crecimiento, ya que dentro de unos años una buena gestión nos puede llevar a ganar otro de 500 millones de un inversor institucional”, destaca.

Estrategia de negocio

Por ese motivo, Álvarez considera importante no solo centrarse en los grandes clientes, sino también en aquellos más pequeños. “En una industria como la española, en fase de consolidación, es relativamente sencillo concentrarse en los grandes jugadores. Son los que, al final, te generan el negocio. Sin embargo, también hay que dar apoyo a todas esas entidades que quieren lanzarse al mercado con una propuesta diferente. Nuestro principal objetivo es acompañarlos en sus objetivos financieros. Cuantas más opciones se les den a los clientes finales de poder operar, mejor será para la industria y a cuantos más clientes podamos llegar, mejor. El inversor necesita ampliar su oferta de producto”.

Según la responsable, mientras en España siga habiendo 900.000 millones en depósitos ofreciendo rentabilidades del 0% o negativas, seguirá existiendo necesidad de formación y también potencial de crecimiento para la industria. A nivel europeo, en la gestora se han marcado el objetivo de captar 18.000 millones en los próximos tres años. En el mercado español, donde la firma cuenta con un volumen de activos en torno a los 4.500 millones, quieren alcanzar en ese periodo los 6.000. “El crecimiento vendrá ya no solo de tener un fondo, sino en tener varios productos. Así llegaremos a esa cifra. Y así lograremos entrar y consolidarnos en el TIER 1 de las gestoras internacionales en España”, concluye.