Tras la caída de enero, impulsada en gran medida por China, la renta variable de los mercados emergentes se estabilizó durante el primer trimestre y cerró en terreno positivo a finales de marzo. La principal fuente de volatilidad dentro de esta clase de activos es actualmente China. Los mercados tecnológicos, como Corea y Taiwán, registraron fuertes rentabilidades, impulsados por el continuo entusiasmo por la inteligencia artificial.
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