Hablamos con el consejero delegado de M&G sobre lo que define una buena cultura de inversión, la complejidad de las operaciones de M&A y cómo está posicionando a la gestora para los retos del futuro.
Una grata sorpresa con la que se topó Joseph Pinto cuando asumió las riendas de M&G hace dos años fue la buena cultura de inversión que reina en la gestora británica. Gestores con talento, pero con un enfoque de trabajo en equipo, una confianza en el análisis fundamental propio y, al final del día, convicción. Para el consejero delegado de la firma, el estilo de gestión M&G se define por esa visión en equipo, abierta a aceptar ser retados intelectualmente, y con una fuerte colaboración con los equipos de análisis.
La dificultad, reconoce Pinto, es que sea un proceso sostenible y consistente con el tiempo. “Algunos de nuestros mejores gestores llevan más de 20 años con nosotros y la próxima generación que está apoyándolos también llevan más de 10 o 15 años en la firma. Eso es lo que se busca en una cultura, asegurarse de contar con una base sólida de la próxima generación que pueda relevar a los responsables actuales”, afirma.
“Al final estamos en un negocio de personas”, sentencia. Para el directivo, la cultura es clave en cualquier negocio y más aún cuando hay operaciones corporativas de por medio. “Cualquiera puede hacer un buen due diligence de la calidad de un negocio, de los equipos, de su track récord, pero la cultura de la empresa es de máxima importancia. Es lo que determinará que los equipos internos quieran colaborar para que los nuevos miembros también crezcan cuando se unan”, explica.
Tendencias en la industria de fondos
Hablamos con Pinto en el marco de la presentación de los resultados de 2024 de la gestora. Tanto las medidas implementadas en la entidad desde su llegada hace dos años como los que están en marcha tiene como objetivo posicionar a M&G para las tres grandes tendencias que ven en la industria de fondos.
Primero, el CEO ve un claro crecimiento de los mercados privados en la asignación de activos. Lo que hasta ahora era una clase de activos principalmente institucional, ahora se está abriendo a la demanda de un segmento más wealth. En el caso de M&G, un 25% de sus activos bajo gestión están en estrategias privadas, pero es que estos generaron el 40% de los ingresos en 2024.
La gestora, a través de su matriz aseguradora, lleva invirtiendo en activos privados desde hace 25 años, principalmente en real estate, deuda privada e infraestructura, pero ahora están haciendo un trabajo consciente por ampliar sus capacidades y su oferta, con el lanzamiento a finales de 2023 de su primer ELTIF. Asimismo, en 2024 reforzaron sus capacidades con dos participaciones mayoritarias en las boutiques BauMont (especialista en real estate value-add) y P Capital Partners (especialista en non-sponsored lending).
El auge de la gestión pasiva y la resistencia de la sostenibilidad
La segunda gran tendencia que ve Pinto es el auge indiscutible de la gestión pasiva. No es una batalla donde M&G piensa competir a día de hoy. “La mejor respuesta que podemos dar es generar rentabilidades buenas”, afirma el directivo. En su opinión, es algo que el cliente sigue valorando. “El año pasado recibimos flujos positivos de nuestros clientes de Europa Continental por valor de 4.000 millones de euros. De esa cifra, 1.000 millones llegaron de la oficina de España”, cuenta.
Y el tercer punto en el que se está posicionado M&G es, aunque pueda parecer contraintuitivo, la sostenibilidad. “Somos conscientes del rechazo que genera en Estados Unidos, pero seguimos teniendo conversaciones positivas con nuestros clientes europeos, especialmente los institucionales, que tienen una responsabilidad fiduciaria. “La sostenibilidad no ha desaparecido”, sentencia.