Según los gestores de este popular fondo de renta fija corto plazo de BlackRock, las exposiciones de corta duración, con una duración de 2,3 años y un rendimiento del 3,9%, pueden ver cómo los rendimientos suben 170 puntos básicos antes de ofrecer una rentabilidad total negativa en un horizonte de un año.
En opinión de Michael Krautzberger y Christopher Allen, gestores del BlackRock Euro Short Duration, los bancos centrales no podrán finalmente llevar a cabo las subidas de tipos previstas por los mercados antes de tener que hacer una pausa ante una recesión. “Lo que los mercados descuentan, especialmente en Europa, implica que los tipos de interés pasarán a ser muy restrictivos en 2023 y se mantendrán en esos niveles en el medio plazo. En el Reino Unido, las expectativas del Banco de Inglaterra parecen aún más extremas, dadas las menores proyecciones de crecimiento y la sensibilidad de la economía británica al aumento de los tipos hipotecarios”, comentan a FundsPeople los gestores de este fondo con Rating FundsPeople en 2022.
A su juicio, con los movimientos extremos que hemos visto en los rendimientos en lo que va de año, las yield ofrecen ahora un buen nivel de protección y un punto de entrada atractivo. “Las exposiciones de corta duración, como el BGF Euro Short Duration Bond Fund, con una duración de 2,3 años y un rendimiento del 3,9%, pueden ver cómo los rendimientos suben 170 puntos básicos antes de ofrecer una rentabilidad total negativa en un horizonte de un año. No vemos que estos movimientos se materialicen dadas las ya agresivas expectativas del mercado”, afirman.
La renta fija de alta calidad recupera atractivo
Aunque reconocen que es posible que veamos más volatilidad en los mercados a medida que se desarrolla la batalla entre la inflación y el crecimiento, subrayan el hecho de que la renta fija de alta calidad haya recuperado atractivo. “Los rendimientos de los bonos en euros se encuentran en el nivel más alto de la última década y ofrecen protección en caso de una recesión grave, al tiempo que compensan a los inversores por el riesgo de tipos más altos, especialmente en las estrategias de corta duración y de duración flexible”.
En su opinión, la volatilidad observada en 2022 ha creado una gran cantidad de oportunidades de valor relativo, y algunas áreas del mercado ya cotizan en un escenario extremo, como los tipos del Reino Unido en el tramo corto o los bonos garantizados con calificación AAA. “Con una perspectiva a medio plazo, nos complace poseer estos activos, que ofrecen un rendimiento de alta calidad, al tiempo que mantenemos una postura defensiva general en la cartera”.
Posicionamiento actual de la cartera
A finales del tercer trimestre, Krautzberger y Allen han empezado a mover el fondo a duraciones algo mayores, a la luz de lo que ven como expectativas agresivas del mercado de subidas de tipos que podrían no cumplirse en su totalidad. “En particular, nos gustan las posiciones largas en el tramo corto del Reino Unido y en los tipos europeos a medio plazo, para los que se prevé que los tipos de interés se sitúen en un territorio muy restrictivo en un horizonte de 5 a 10 años”, revelan.
Además, consideran que los bonos garantizados a corto plazo parecen atractivos en relación con la deuda pública. “Por ejemplo, los bonos garantizados franceses con calificación AAA a cinco años ofrecen una ganancia de 90 puntos básicos de diferencial en relación con los bonos del Estado francés a cinco años. Esto ofrece una fuente de carry de alta calidad para las carteras, al tiempo que se mantiene un posicionamiento defensivo general con la capacidad de resistir una mayor volatilidad”, explican.
Cautela con la deuda pública europea
Los gestores continúan siendo cautelosos con respecto a la deuda pública europea, dado que se espera que la emisión neta sea elevada en 2023, ya que el BCE ha dejado de aplicar la flexibilización cuantitativa (QE) y existe la posibilidad de que se realicen nuevas emisiones para financiar los programas de apoyo a los precios de la energía. También se muestran más positivos con respecto al crédito de grado de inversión en euros, que se encuentra en una posición sólida para capear una recesión, en contraste con la renta variable o el crédito high yield.
“No obstante, seguimos considerando que la selección de sectores y emisores es fundamental en este entorno volátil, y favorecemos los sectores menos afectados por el aumento de los precios de la energía y los tipos de interés, como la energía y los bancos, respectivamente”.
Últimos cambios realizados en la cartera
En las últimas semanas, la cartera ha pasado a tener una duración activa positiva en los tres principales mercados desarrollados (Europa, Reino Unido y Estados Unidos), tras la subida de los rendimientos en septiembre. En cuanto a la inflación, salieron de su posición corta en la inflación del Reino Unido después de una importante revalorización en el mercado.
“Los mercados son ricos en oportunidades de valor relativo en medio de esta volatilidad. Iniciamos una posición larga en la inflación de EE.UU. frente a la de Europa, donde el mercado fijó el precio de la inflación en EE.UU. en un nivel medio inferior al de Europa durante los próximos 30 años. Basándonos en la dinámica histórica del crecimiento y la inflación en las dos economías, estos resultados son poco probables y esperamos que esta relación se revierta. También hemos iniciado una estrategia de aplanamiento de la curva en Europa, donde la curva sigue siendo empinada en relación con otras economías de mercado desarrolladas”, detallan.