En el número 81 de la revista Funds People, correspondiente al mes de diciembre, Miguel Matossian, director general de Banca Privada de Credit Suisse España, aborda cual ha sido la estrategia de la entidad a lo largo de los últimos 13 años en los que él ha estado al frente de este segmento de negocio. Sin embargo, Matossian también opinó acerca de otros temas relacionados con la banca privada como la guerra de precios de las instituciones de inversión colectiva (IIC), los retos que tienen que afrontar con MiFID II y la revolución digital o el contexto de mercado de tipos bajos.
Respecto al primer punto, Matossian señala que los activos gestionados por la gestora local en Instituciones de Inversión Colectiva, según Inverco, ascienden a 2.700 millones de euros. No han participado activamente en una guerra de precios ya que “si hay un vehículo que me viene con márgenes muy bajos no la aceptamos, el banquero tiene que entender el trabajo que hay detrás”, comenta.
Mattosian apunta como hoy en día un gran número de sus clientes adopta sus propias decisiones de inversión y otros muchos son de gestión discrecional. Respecto a los cambios que pueda traer MiFID II, reconoce como “todos en el sector somos culpables de haber acostumbrado mal al cliente a no pagar en concepto de asesoramiento”. De todas maneras, está convencido de que el cliente pagará si ve el valor añadido ofrecido.
En cuanto a otro de los retos, la revolución tecnológica puede afectar a la industria. Opina que lo que se debe hacer es usar la tecnología para dar un mejor servicio.
“Hay que preparase para el cambio generacional, esperan un servicio completamente distinto. Si no sabemos adaptarnos a esa demanda, vamos a tener un problema. Hay que utilizar la tecnología en beneficio del cliente, que siempre va a querer la confianza del banquero”, profundiza el director general de la banca privada de Credit Suisse España.
Para Matossian el mayor reto actual es la compleja situación de mercado con tipos de interés al cero. “La gente se va a tener que conformar con rendimientos mucho más bajos que en años pasados, del 2-3%; no obstante, con la inflación a cero, van a ser rendimientos muy interesantes”, concreta.
