Miguel Roqueiro (Acacia Inversión): "Duplicar el patrimonio y alcanzar los 1.000 millones en tres años es factible manteniendo nuestro modelo de negocio"

Miguel Roqueiro noticia
Firma: Cedida (Acacia Inversión)

Si hay una palabra que define el modelo de negocio de gestión patrimonial que lleva a cabo Acacia Inversión esa es la de coinversión. Miguel Roqueiro, director de Acacia y director de inversiones, lo subraya en varios momentos de una entrevista que ha mantenido con FundsPeople con motivo del 25 aniversario de esta entidad que nació precisamente como solución a un problema de gestión patrimonial que tenían un grupo de familias de origen industrial.

Decidieron entonces asociarse y constituir una sociedad gestora de carteras con el fin de que gestionase su propio dinero. Más tarde, esa sociedad se transformaría en agencia de valores y en 2011 en sociedad gestora de IIC. Transformaciones todas ellas que no han modificado en nada el adn de la firma. "En nuestro caso el cliente no solo es el centro sino también el dueño por lo que el modelo es totalmente de coinversión ya que el grueso de su patrimonio está precisamente en nuestros productos y nunca recomendamos nada en lo que no haya dinero de los socios", explica Roqueiro. Y eso aumenta a su vez la transparencia que dan ya no a los socios sino a todos los inversores. De hecho, tal es la alineación que en los consejos de inversión siempre hay un socio que escucha y pregunta sobre las decisiones de inversión que de ahí se derivan.

Cómo está repartido su patrimonio

El modelo parece que funciona ya que en los últimos cinco años han conseguido duplicar el patrimonio gestionado hasta alcanzar los 500 millones de euros y sí, no descartan volver a duplicarlo en los próximos cinco, pero siempre sin perder su estilo de negocio. "Duplicar patrimonio hasta los 1.000 millones en tres años es factible, pero manteniendo el modelo de negocio cualitativo", afirma.

Al fin y al cabo, siguen viendo mucho potencial de captación de nuevos clientes que llegan de la banca privada más tradicional y también de clientes institucionales (bancos, aseguradoras o mutualidades).

De esa cantidad, 370 millones aproximadamente están en la gama de fondos de Acacia, que han registrado crecimientos del 25-30% anual en los últimos años, otros 100 millones en servicio de asesoramiento no independiente incluyendo fondos ilíquidos y el resto en servicios de asesoramiento independiente. No en vano, la firma aúna en una sola marca el servicio de asesoramiento y el de gestión de carteras. "Somos una banca privada muy particular con gestores de patrimonio, no con banqueros, en el que damos un contacto del cliente muy directo con el mercado, sin intermediarios", explica.

Hay que volver a las acciones

Su modelo de gestión es sistemático y pragmático que más de tratar de diagnosticar o imaginar cómo se van a comportar los mercados, lo que busca es adaptarse a cada momento. De hecho, hasta ahora habían mantenido su nivel de liquidez en niveles del 20%, lo que les ha permitido reducir en gran parte las pérdidas vistas en mercado, pero ahora consideran que es momento de regresar al mismo. "En periodos de crisis los mercados corrigen entre el 25 y el 35% y la lógica y estadística dicen que si la bolsa cae un 20% tienes que invertir", afirma. En concreto, esas compras de acciones las llevan a cabo de manera programada a diferentes niveles bursátiles para reducir así la escala de riesgo.

Los planes de futuro pasan por los ilíquidos

Entre sus planes de futuro está también el de desarrollar la parte de activos ilíquidos. De hecho, solicitaron a la CNMV la licencia para poder gestionar productos de inversión libre, ya que hasta ahora solo podían comercializarlos, pero no gestionarlos, dando un paso más en esa apuesta por los mercados privados que tantas gestoras están desarrollando.

"Con cada cliente desarrollamos un plan de inversión en ilíquidos en función de su experiencia, su volumen patrimonial global y lo revisamos de forma anual", explica Roqueiro. Lo que hasta ahora hacían era una especie de selección de fondos ilíquidos y destacan anualmente unos tres productos que son los que luego ofrecen a sus clientes. A partir de ahora, sin embargo, estudian lanzar vehículo propio de ilíquidos, aunque aún están estudiando las diferentes opciones que ofrece el mercado para hacerlo.

La pata de crecimiento inorgánico no se la plantean de momento y eso que, como reconoce Roqueiro, "nos han llegado muchas novias". No le ven sentido vender la compañía, pero sí son flexibles en lo que respecta a alcanzar alianzas desde el punto de vista estratégico. Tampoco descartan abrir nuevas oficinas más allá de las que ya tienen en Madrid y Bilbao en función de la demanda de clientes.