El equipo de análisis de la entidad cree que será difícil alcanzar el objetivo del 2% de inflación. Avisan de que está aún lejano y podremos ver baches en el camino.
La entidad ha presentado su estrategia de inversión para 2024. Un año que observan como "uno más de ajuste ordenado, un proceso que a cambio de ser largo no va a ser traumático", ha dicho Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4 Banco. Esto tiene un lado bueno y uno malo, según el experto: "No vemos catástrofes ni desplomes, pero tampoco vemos un fuerte despegue de la economía ni de los mercados financieros el año que viene", ha matizado.
Por tanto, un aterrizaje suave pero con un crecimiento débil. Si a ello le sumamos unos tipos de interés altos durante un tiempo, no cabe lugar a beneficios muy altos. "Las expectativas que tiene el mercado de bajadas de tipos en marzo nos parece muy prematuro. Estamos de acuerdo en que han tocado techo, pero no creemos que vayan a bajar hasta al menos la segunda mitad del año", ha avanzado Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estrategia de la entidad. "El mercado está excesivamente entusiasmado con las bajadas de tipos", ha alertado.
Este contexto de tipos está relacionado con que será difícil alcanzar el objetivo del 2% de inflación. "Está aún lejano y podremos ver baches en el camino", ha advertido Aguirre. Recomienda estar atentos a dos temas: la energía (afectada por el contexto geopolítico) y los salarios, ya que los mercados laborales siguen estando muy fuertes. Más allá de las posibles presiones a corto plazo de la inflación, apunta a presiones a medio plazo de tres cuestiones: la desglobalización, la descarbonización y la demografía.
Esta "triple D" provocaría en los próximos años, según los expertos de Renta 4, expectativas de inflación aún más elevadas. Apuntan a unas probabilidades del 60% de que la inflación se mantenga por encima del 2% a cinco años vista.
"Vamos a un crecimiento débil, recogiendo el impacto total de las subidas de tipos y unas condiciones financieras más restrictivas que lastrarán la inversión y el consumo. Por tanto, este escenario se traducirá en un moderado avance de los resultados empresariales", ha apuntado.
Estrategia de inversión
En este escenario los analistas de la entidad recomiendan ser muy selectivos. Por tipos de activos, consideran que la renta fija ofrece una rentabilidad atractiva, decantándose en el inicio de año por duraciones cortas en deuda pública y exposición al crédito corporativo de mayor calidad (investment grade).
En lo que respecta a renta variable, César Sánchez-Grande, director de análisis institucional de Renta 4 Banco, cree que habrá “ganadoras y perdedores”. Destaca los valores de sólidos balances y elevada rentabilidad por dividendo (RPD). Por lo contrario, evitan compañías con alto endeudamiento y sin capacidad para deducirlo.
Por último, otros activos que podrían resultar interesantes son el oro y el petróleo en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas. “Iniciamos el año con una combinación de valores defensivos, exposición controlada al ciclo y sensibilidad a menores rentabilidades de la deuda”, matiza Sáchez-Grande.