La directora de Natixis IM Solutions destaca la notable recuperación de las carteras españolas en 2024, especialmente en los perfiles agresivos, impulsadas por la gestión activa y el enfoque táctico. La diversificación y el auge de la renta fija han sido clave
Con un mercado boyante en 2024 y expectativas de crecimiento de beneficios significativos en 2025, los inversores institucionales muestran optimismo de cara al 2025, a pesar de que existen algunos riesgos geopolíticos que podrían empañar el cristal.
Según Carmen Olds, directora de Advisory para España y Latinoamérica en Natixis IM Solutions, la clave estará en "aprovechar todas las palancas de la gestión activa". Subraya que la volatilidad y la incertidumbre económica exigen un enfoque más táctico y especializado: "Los inversores deberán priorizar el stock picking y estrategias de valor relativo para obtener ventajas competitivas en un entorno de mercado desafiante", aseguró durante una presentación reciente.
Además, destaca que el 57% de los inversores institucionales descarta una recesión para 2025, con un optimismo aún mayor en EEUU (64%). Las carteras españolas han mostrado una notable recuperación en 2024, especialmente en los perfiles agresivos, mientras que los conservadores finalmente logran superar las pérdidas de 2022.
La recuperación marca el paso
La recuperación del mercado en 2024 marcó un hito para las carteras españolas, con una mejora notable en los perfiles conservadores. Según el Barómetro de Carteras Españolas, las carteras conservadoras alcanzaron máximos históricos en renta fija, representando el 73 % del total. Olds explicó que esto responde a la creciente atracción por deuda gubernamental y corporativa de alta calidad, mientras los inversores preparan sus posiciones para aprovechar posibles bajadas de tipos en 2025.
Esta visión encuentra sustento en el desempeño de los gestores activos. Según los datos presentados, dos de cada tres gestores de renta fija superaron sus benchmarks en los últimos 12 meses. Esto refleja una mayor sofisticación en la gestión de duraciones y exposición al crédito, alejándose de estrategias puramente pasivas.
Sin embargo, a pesar del buen comportamiento de los mercados, los flujos de inversión han sido cautos. Fondos monetarios y estrategias de ultra corta duración lideraron las captaciones, mientras la renta variable global se consolidó como una de las pocas categorías de riesgo en el top 10 de flujos netos.
Europa pierde peso en las carteras globales
Un aspecto destacado por Carmen Olds es la notable pérdida de peso de Europa en las asignaciones de renta variable global durante los últimos años. Según datos presentados, la participación de Europa en las carteras pasó de representar casi el 50 % en 2015 a menos del 24 % en 2024, mientras que Estados Unidos y las asignaciones globales ganaron terreno.
"Esto no solo refleja el superior desempeño de los mercados norteamericanos, sino también una falta de confianza en las perspectivas de crecimiento europeo", explicó Olds. Este cambio estructural resalta la necesidad de buscar oportunidades fuera de la región europea, especialmente en sectores y geografías con mayor potencial de crecimiento.
La diversificación como pilar estratégico
El panorama para 2025 muestra un cambio significativo en la percepción del riesgo. Solo el 48% de los inversores institucionales busca reducir el riesgo en sus carteras, frente al 56% del año anterior. Sin embargo, persisten preocupaciones clave como los conflictos armados globales, el impacto del Trump 2.0 sobre la inflación y las valoraciones de mercado.
Olds destacó que la diversificación será un factor esencial. "Es fundamental reducir la correlación entre bonos y acciones, especialmente en un entorno de inflación moderada pero persistentemente alta", afirmó. En este contexto, los activos alternativos, como el private equity y la deuda privada, emergen como herramientas clave para gestionar el riesgo y capturar retornos descorrelacionados.
Según una encuesta realizada por Natixis entre unos 500 inversores institucionales, un 60 % de los inversores institucionales considera que una cartera con un 20 % de alternativos puede superar el tradicional modelo 60/40. Además, Olds destacó la democratización de estos productos a través de vehículos accesibles para particulares, marcando una revolución en la gestión de carteras.
En renta variable, destaca el notable incremento de la exposición a Estados Unidos y renta variable global, que ha desplazado a la europea, pasando esta última del 50% en 2015 al 23,7% actual.
Mirando hacia el futuro
El optimismo domina las perspectivas para 2025. Según la encuesta de Natixis, el 57 % de los inversores institucionales no anticipa una recesión global el próximo año, una cifra que sube al 64 % en Estados Unidos. No obstante, Olds señaló riesgos clave, como los conflictos geopolíticos, el impacto de la política monetaria y las valoraciones en activos de riesgo.
El mensaje de Natixis IM para el próximo año es claro: la gestión activa, la diversificación y el enfoque en mercados específicos serán fundamentales para navegar la complejidad del mercado. Como afirmó Olds, "2025 será un año para los gestores que sepan adaptarse y encontrar valor en un entorno volátil y competitivo".