La gestora estadounidense cree que el efecto de esta rebaja será más grave en el país galo
Después de que Standard & Poor’s (S&P) le retirase a la economía estadounidense la triple A, ¿quiénes serán los siguientes en perder la máxima calificación crediticia? Según Nick Gartside, director de inversiones de renta fija de JP Morgan AM, Reino Unido y Francia dejarán de formar parte en los próximos doce meses del selecto club de países europeos cuya deuda pública goza de la máxima solvencia. La ecuación que empujará a la agencia americana a recortarles la nota, la misma que le llevó el pasado mes de agosto a arrebatarle esta distinción a Estados Unidos: caída del crecimiento unido a altos niveles de deuda.
En este sentido, Gartside considera que el impacto de esta rebaja no será el mismo en ambos países. Así, la mayor capacidad del Banco de Inglaterra para adquirir bonos suavizará los nocivos efectos que una previsible rebaja de rating tendrá en el mercado de deuda pública británica, una situación que, en el caso francés, “está por ver cómo será resuelto”. Cabe recordar que la inacción del Banco Central Europeo (BCE) en los mercados de deuda pública ha derivado en una fuerte ampliación del diferencial del bono galo a 10 años respecto al bund alemán hasta el entorno de los 170 puntos básicos.
Por ese motivo, el director de inversiones de JP Morgan aconseja al presidente de la máxima autoridad monetaria europea, Mario Draghi, “anteponer el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo al control de los precios”, más aún teniendo en cuenta el hecho de que, según sus previsiones, la cotización de las materias primas se mantendrá estable en los próximos meses, lo que eliminará la aparición de presiones inflacionistas. “La llave está en manos del BCE”, asegura.
Del mismo modo, Gartside valora el apoyo que la institución le está brindando a algunos países periféricos como España o Italia, después de que la prima de riesgo de ambos estados llegase a superar los 500 puntos básicos a lo largo de la semana pasada. A pesar de mostrarse convencido de que el problema de ambas economías no es de solvencia sino de liquidez, el director de inversiones de renta fija reconoce que el posicionamiento de los fondos gestionados por JP Morgan AM en deuda pública periférica es prácticamente residual.
Así, en lo que respecta al Viejo Continente, la apuesta de Gartside se centra en el bono alemán que, pese a la baja rentabilidad que ofrece, centra el interés de la gestora. Fuera de Europa, su favorito sigue siendo el bono australiano, un activo considerado muy seguro y que actualmente renta en torno al 4,2%.
En el plano macroeconómico, JP Morgan AM apuesta por una depreciación del euro frente al dólar al tiempo que descarta una nueva recaída de la economía estadounidense en recesión. Precisamente es en este país donde la gestora detecta interesantes oportunidades en el mercado de renta fija corporativa, apostando principalmente por empresas defensivas que, con niveles récord de caja en sus balances, ofrecen rentabilidades muy atractivas. No obstante, la gestora continúa pensando que las mejores oportunidades siguen estando en los emergentes.