El Co CEO de Gestión de Activos de Union Bancaire Privée (UBP) explica cómo ve la industria de gestión de activos a medio plazo y defiende que los activos privados serán los grandes protagonistas.
El auge de la gestión pasiva, la dificultad de encontrar inversiones rentables y con bajo riesgo en un contexto de tipos al 0%, la concentración de la industria o el boom de la ESG son solo algunos de los retos a los que se enfrentan las gestoras de activos. De todos ellos, y de algunos más, hemos hablado con Nicolas Faller, Co CEO de Gestión de Activos de Union Bancaire Privée (UBP).
Si bien la pandemia ha dejado muy tocado al sector financiero en términos generales, la industria de gestión de activos ha sabido capear también este temporal con crecimiento en los activos gestionados- según un informe de Willis Towers Watson, el volumen de activos de las 500 mayores gestoras del mundo creció un 14% en 2020-. La razón está clara: "Sigue siendo un buen momento para la industria porque no hay soluciones fáciles para ganar dinero en un contexto de tipos al 0%. Ya no es una opción dejar el dinero en cash como lo fue en el pasado", afirma Faller.
Una afirmación que sirve a esta periodista de percha para la gran pregunta que se hace todo el que se dedique a la gestión de patrimonio, propio o de terceros: ¿Qué tipo de estrategias pueden ayudar a conseguir rentabilidad en este entorno? El Co CEO de Gestión de Activos de UBP cita tres.
Oportunidades de inversión en un entorno de tipos 0
La primera, la inversión en renta variable, aunque especifica que no todo vale. "La renta variable pasa por un buen momento, hay compañías que se han sabido mantener muy bien durante la crisis, pero hay que seleccionar acciones con un sesgo de calidad", afirma. El segundo área es la renta fija alternativa por ser la vía para conseguir esa rentabilidad que la deuda gubernamental y de gobiernos ha dejado de dar. Y dentro de este segmento destaca como ejemplo a los bonos convertibles.
Y, por su puesto, la rentabilidad del futuro pasa también por incorporar activos privados a la cartera, sobre todo en el caso de los inversores más institucionales. "Los mercados privados seguirán creciendo ya que el inversor institucional sobre todo tiene que buscar alternativas de una mayor duración y mejor rentabilidad. Hay que tener en cuenta que en estos mercados no tienes liquidez y por tanto tienes menos tentación de hacer operaciones mark to market pero en términos de balance es algo positivo", afirma. Además, defiende que en la actualidad este tipo de mercados ofrecen primas de iliquidez de entre el 3 y el 5%, lo que es mucho con los tipos al 0%. Y avisa: "Si un inversor no quiere sacrificar el riesgo en su cartera tiene que sacrificar la liquidez".
El talento hay que pagarlo
Es por ello que la gestora no descarta acometer operaciones corporativas dentro del área de mercados privados. "En el área de gestión de activos, estamos estudiando comprar alguna boutique que ofrezca algo diferencial en el área de mercados privados mientras que en la parte de long only apostamos más por el crecimiento orgánico", apunta. No contempla, sin embargo, dedicar tiempo a la otra gran pata que más ha crecido en los últimos años, la de la gestión pasiva, ya que "no puedes ser católico y protestante a la vez y nosotros somos una gestora de activos relativamente pequeña que apuesta por la gestión activa". Y subraya que esa gestión activa exige talento. De ahí que, aunque sí considera que seguirán viendo recortes en las comisiones, con el impacto que tiene en los márgenes, cree que hay un mínimo que no se puede rebasar. "Hay un nivel de comisiones que no se puede rebajar ya que no solo se trata de hacer una buena selección de valores o activos sino de invertir de manera responsable, lo que significa comprometerse con las empresas para asegurarse de que integren cada vez más criterios ESG y para ello se necesita un talento que hay que pagar", explica.
Sin peligros inflacionistas más allá del corto plazo
En cuanto a los riesgos que presenta el mercado, y por ende la industria, Faller no teme tanto el alza de la inflación como los riesgos geopolíticos que puedan seguir surgiendo con China como gran protagonista. "No creemos que el alza de la inflación vaya más allá de los próximos dos o tres trimestres ya que está muy marcada por el auge de los precios de las materias primas y por los problemas en las cadenas de suministro", afirma. De hecho, defiende que en un mundo globalizado como es ahora el actual las compañías no van a poder aumentar sus precios de manera generalizada. "La globalización es desinflacionista", asegura.