“Después de la intensa reunión del mes de mayo, el sentimiento esta semana era algo más calmado, aunque se especulaba sobre si el BCE aplicaría una nueva rebaja de tipos y sobre la posibilidad de imponer un tipo de interés negativo a la facilidad de depósitos, algo que finalmente no se ha producido”. Así lo cuentan en Nordea, la principal institución financiera de la región nórdica y báltica.
Según comentan desde la gestora, “el BCE está preparado para actuar de nuevo ante el deterioro de los principales indicadores pero su previsión sigue siendo de ligera recuperación durante la segunda mitad del año. Draghi se mostró algo más optimista sobre el crecimiento y, de hecho, la institución ha mejorado levemente sus previsiones para 2014. En cuanto a la inflación, la previsión se mantiene en el 1,3 % para 2014”.
Con respecto al programa de titulización de activos, “el BCE ya ha indicado que está dispuesto a proporcionar financiación pero sin aceptar el riesgo de crédito, pero Draghi no ha dado señales de que el programa esté listo para ponerse en marcha de forma inmediata. Creemos que el próximo gran avance se producirá durante la cumbre europea de finales de mes y resultaría decepcionante que el BCE no haga ningún comentario sobre este tema en su próxima reunión”.
